Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

Palo dado ni dios lo quita

Pues, recurriendo a la sabiduría popular y con respecto a la iniciativa de reforma constitucional enviada por el gobernador Rutilio Escandón Cadenas relativa a modificar el artículo 52 de la constitución local, éste referido a los requisitos para ser gobernador y que fuera modificado en la legislatura pasada, fue aprobada por unanimidad por las diputadas y diputados integrantes de la LXVII legislatura, aunque; palo dado ni dios lo quita. Me queda claro. En dicho artículo 52 y en concordancia con lo que establece la Carta Magna en su numeral 116, no se permite a quien haya ocupado dicho cargo –gobernador- ya por elección popular o alguna otra modalidad constitucional, volver a ocupar el cargo en el periodo inmediato (no reelección) ni mucho menos, como fue la ignominiosa reforma operada en agosto de 2018 por el inefable de Manuel Velasco, ocupar en el ¡mismo periodo constitucional!, que claramente estipula seis años y a Manuel y al congreso les valió ¡madres!
Es decir, con la reciente iniciativa enviada por el gobernador y aprobada por el Congreso, se repara el agravio, aunque sea en la letra constitucional, que resultó una verdadera afrenta contra la dignidad de los chiapanecos y a ver si se entiende, mancillado la «H» que presumen muchas veces sin hacerla valer, los que transitan trianualmente por el poder legislativo. Así entonces, el daño infligido por la pasada LXVI legislatura, con la aprobación de esta nueva iniciativa, en la letra se repara, pero la mancha en el muro del congreso, quedará indeleble en la memoria histórica de la entidad.
Porque el acto legislativo consumado en agosto del año pasado, cierto y no peco de inocencia instruido por el perverso de Manuel, ya sea por dinero, privilegios, canonjías u amenazas o todas juntas, no le quita a ningún legislador hombre o mujer llevar en sus conciencias por el resto de sus días (¡ajá!), su actuar indigno propio de un vil vasallo al servicio del poder y no del pueblo. Así y como la más deleznable de sus escenificaciones de política sexenal, se nombró un gobernador títere por ¡siete días coño!, para permitirle, «constitucionalmente» a Manuel, operar, vía su propia sustitución, su regreso que según su publicidad pagada en medios igual indignos acabar –literal-, su ¡gran obra sexenal! ¡Sí la del gran saqueo operado por su cercanos y camarilla rapaz!
Pero este episodio de terrible daño al orden constitucional por lo que implicó y que ahora bien se quiere subsanar, no sólo alcanza al pasado congreso local sino que ¡raspa!, de manera importante, al actual Senado de la República de mayoría morenista. Porque al aceptar, primero; se haya roto el precepto constitucional en Chiapas a través de una modificación a todas luces improcedente ocupar dos cargos a la vez, no sólo porque violaba lo establecido por la constitución local que como ya se dijo, requirió se ajustará para beneficio en este caso del gobernador en funciones. Es decir con el claro sometimiento del congreso local, mandarse a confeccionar «constitucionalmente» a la medida, un traje de clara reelección. Pero igual decía, no solo alcanza al gobierno chiapaneco sino que mancha al Senado cuando, sí cuando éste en un silencio que ofende a la institución, haber permitido tal farsa y desacato a la ley y que, como sostiene el marciano de Maussan; nadie dijo nada. Cierto es que cuando se presentó en primera instancia se aprobará la licencia del senador Velasco y la vez gobernador con licencia, para separarse del cargo y convertirse así nuevamente en gobernador sustituto de sí mismo (¡qué desmadre me cae!) convirtiéndose todo ello en una verdadera burla al pueblo de Chiapas, pero igual a la nación, con el actuar de los senadores se pudo final y felizmente para Manuel, ver consumados todos sus más caros propósitos que fueron y son; ser gobernador, ser candidato al senado, ganar la senaduría, modificar la constitución, solicitar licencia a gobernador, poner a un títere por 7 días de gobernador, tomar posesión como senador, pedir licencia como senador, regresar a ser su propio sustituto, concluir su gestión de gobernador y finalmente decía, regresar al senado en calidad de coordinador de su bancada del Verde-Morena. ¡Más mezcla maistro o le remojo los adobes! Decía el buen Tin Tán.
Así entonces y sin mucho más que abundar, el que mal gobernó seis años con la complicidad del gobierno de Peña Nieto y alcahuetería de las autoridades electorales como ahora la permisividad del gobierno de la 4T, posibilitaron, de nueva cuenta, que Velasco sea senador y que haya sido, como ya dije, gobernador, gobernador-senador, senador ¡uf! y de ahí toda esta enredada y vergonzante narrativa. Por lo pronto y con eso me quedo, la iniciativa propuesta por el gobernador Escandón Cadenas y aprobada por la LXVII legislatura, debe ser reconocido y no diría aplaudida porque creo que de menos, nos la debían a los chiapanecos. Aunque en verdad creo que sí y en ello nadie había reparado, que ni opositores políticos (me refiero a partidos si existieran), ni grupo social alguno, ni estudiosos del derecho constitucional, bueno ni esos agudos y recalcitrantes críticos de la cuarta transformación considero y concluyo, habían reparado en este asunto. Que este hecho por lo que corrige y lo que representa, es digno de comentar e insisto reconocer que sea, desde el propio gobierno del estado es decir del gobernador, se haya dado como compromiso estimo, resarcir el daño constitucional, democrático, político y moral al pueblo de Chiapas. Aun así; palo dado ni dios lo quita. Me queda claro.

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