Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

La tercera…la vencida

Y no me estoy refiriendo o no necesariamente, a las fases en las que la Secretaría de Salud federal a través de la subsecretaría que comanda Hugo López-Gatell, han venido informando y dividido la estrategia para combatir el Covid-19, sino a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador, sin decirlo de manera explícita creo, les está dejando en claro a sus adversarios y que en esta nueva crisis de salud –importada-, sus críticos más voraces como sus naturales opositores políticos, han querido medrar desplegando un espectro de criminal desinformación con el objeto primero y último, afectar la imagen y reputación del gobierno de la 4T sin importar que en esa perversa acción claramente concertada, estén generando entre millones de mexicanos zozobra, miedo y frustración poniendo a una mayoría que acusa ignorancia, a realizar compras de pánico de alimentos e insumos de limpieza en la creencia que este virus los va a matar si salen un metro fuera de su espacio vital de convivencia. Incluso incitando el alejamiento de familias enteras ante la desconfianza y miedo al contagio, y ya ni siquiera vayan a ver a sus padres mucho menos a sus abuelos. Insisto ¡criminales de la información!

Es decir y lo digo en sentido coloquial, que si el presidente les ha dejado pasar a sus opositores uno tras otro ataques viles ante circunstancias que han puesto en predicamento la marcha o la percepción del actuar gubernamental, ello se sabe ante problemas económicos o de violencia, en este delicado tema en el que literalmente les va la vida a millones de mexicanos ante esta pandemia mundial, el poner en riesgo a la población con falsas informaciones y opiniones sesgadas con el objeto de desacreditar al gobierno insisto, lejos muy lejos de pretender en sus estúpidas opiniones abonar a la prevención les he de prevenir, que si no saben leer los gestos o aún no tienen dotes de pitonisas, bien debieran entender lo que a cada mañana el presidente en sus conferencias así como lo viene haciendo ahora López-Gatell con la aparición del Covid-19 en China y el mundo, López Obrador no se cansa en repetirles por la buena y conste que no quiero se interprete a amenaza presidencial, pero sí y aunque parezca un disco rayado, les previene a los conservas opositores a que se conduzcan con verdad y si les es posible con un poco de m…mesura y responsabilidad ante la emergencia. Porque ¡No!, se los ha dicho ante cada cuestionamiento de los reporteros cuando le insisten que si endurecerá las medidas para la reclusión obligatoria de la población o de que si el ejército participará en un inminente toque de queda; es más que si ante la emergencia económica que empieza a generar el coronavirus estudiará la posibilidad de condonación de impuestos y etc., ¡no! les insiste el presidente. Eso no lo hará su gobierno, les responde enfático, todo en su momento y a través de la concientización y la solidaridad del pueblo de México. Incluso ha hecho vehemente llamado para que los empresarios del país se sumen, cosa que para cólera de sus opositores ya varios han respondido como lo hizo Carlos Slim, aportando mil millones de pesos para equipo médico necesario para la atención de afectados por el Covid-19. Y ya otros también. Así o se los explico con manzanas (del Paraíso Adanes).

Y así por el estilo mientras «especialistas, académicos y chayoteros» sí de ésos que «usted ve por la telera» se empeñan en derrocar la imagen presidencial, la mayoría de las y los mexicanos y ahora diré no sólo los pobres sino hasta los ricos, empiezan a cerrar filas con el presidente y si lo prefiere con México. Así personajes que deberían mejor pedir perdón como Felipe Calderón, insisten en hacerse presentes sin importarles provocar el escarnio público, en fin. Porque sabe o cree, que perdiendo gana. Gana porque su actuación pública no busca más que un blindaje, por lo pronto, mediático. Éste sí que no ha entendido que no entiende y como dijo Don Teofilito ¡ni entenderá! Si me pasa algo o me procesan (piensa) la gente dirá que es un acto de venganza política y se volcará a las calles en mi apoyo…ajá. (Engañado va a mori). Pero al igual que éste político que resultaría hasta de normalidad política, están otros que no se explicaría su proclividad a atacar la figura presidencial sino se conocieran sus biografías de verdaderos vividores de la comunicación. Mencionarlos sería un acto de injusticia porque quedarían muchos nombres sin citar. Baste entonces referir un puño de éstos que por sí explicarían ejemplarmente mi punto. Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Riva Palacio, Pablo Hiriart, Ciro Gómez y… usted complete la lista o arme la suya propia. En lo correspondiente al ámbito de cada geografía estatal, cada cual tendrá a sus prohombres que incluso compiten entre sí para ver quién lanza los más execrables calificativos contra del presidente. Aunque a muchos de esos «valientes» críticos les hace falta, precisamente, el valor que presumen o de menos muestran falta de congruencia cuando en Chiapas, no son tan feroces con quien gobierna siendo éste o no lo sabrán, parte de la tan vilipendiada por ellos Cuatro T. (¡Cof cof!)

Pero como lo que realmente importa en estos momentos de emergencia nacional son la salud y lo empieza a ser la economía, dejemos pues, en manos de los médicos, de los científicos, técnicos, de los expertos y de las autoridades del sector salud, quienes nos informen, orienten y den las indicaciones adecuadas en relación a las fases de las estrategias para la prevención, mitigación, contención y cura del virus. Lavarse las manos cada vez que se pueda al día o usar los geles recomendados, primeros pasos. Atender lo que nos dice «Susana Distancia» y realizar el estornudo de etiqueta (¡achúuu!) en la parte interna del codo. Si tiene síntomas como tos seca, dificultad al respirar, dolor de cuerpo y fiebre, acuda a su centro de salud. Pero sobre todo, se insiste, manténganse informado por los conductos adecuados y oficiales tanto del orden federal como locales. No le haga caso al doctor López-Dóriga ni al enfermero Loret; mucho menos al epidemiólogo del Ciro ni al neumólogo Riva Palacio. Pero sobre todo, guarde la calma y ya que la contingencia ha obligado al mundo a regresar a la familia como núcleo y centro de toda sociedad, mirémonos nuevamente a los ojos, escuchemos a nuestros hijos y reaprendamos la vida en comunión. Y por si no se ha dado cuenta aun, asómese a ver el cielo y hasta tocará el aire que nos rodea y quizás solo quizá, por las noches alcance a ver las estrellas comprobando que las que están dentro en su hogar ¡son más bellas, tintineantes y refulgentes! Así entonces e insisto sin que suene a amenaza; ¡La tercera es la vencida! ¡Me queda claro!
(Luego a ver quién amarra al tigre).

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