Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

¡Lo dicho!, la derecha enloqueció

Hay que ver la desfachatez, el cinismo y desvergüenza de amplios sectores alineados por la «derecha», pero no en específico los que el pasado sábado 30 de mayo, salieron a manifestar su desacuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que dicho al margen, están en todo su derecho que los de la derecha lo hagan, incluso a bordo de sus autos. Sí de ésos que pudiéndose contar por miles –los vehículos- pero que sumados y de acuerdo a los propios voceros oficiales del conservadurismo, alcanzaron sumando todas las plazas unos 5 mil en el más optimista de los cálculos, quienes con cartulinas adheridas a sus autos y el sonar intermitente de los claxon, demandaban que AMLO renuncie. ¡Ajá!

Pero decía, qué cinismo y desvergüenza de los voceros de la derecha al vociferar que la marcha anti-amlo había sido todo un éxito, haciendo creer a sus seguidores que ya, con esa «magna» marcha… de automotores es decir, con esa muestra de fuerza e ímpetus renovados de clase, el presidente de México no tendría más alternativa que como le pedían su renuncia, pusiera su cabeza en bandeja de plata y se las entregara. (Doble ajá)

Y decía que la derecha de plano ya enloqueció, porque las cabezas visibles que guían y azuzan a sus sectores proclives al antiamlismo, ni una solo estuvieron al frente de manera física y visible encabezando el desfile de autos alegóricos. Y la verdad no se explica por qué, por ejemplo, quienes a través de sus medios y espacios le imploran a sus dioses que Andrés Manuel renuncie y cito; Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart, Raymundo Riva, Enrique Krause, Denisse Dresser o el imbécil de Héctor Aguilar Camín, quien opina que el presidente es «pendejo y petulante», no tienen -los hombres me refiero- los tamaños de ponerse al frente de las demandas de acabar con el gobierno de la Cuarta Transformación. Dirán, supongo, que sí dan la cara y por ello bajo su firma escriben, comentan y critican al presidente. ¡Claro que lo hacen!, pero eso sí, desde sus mullidos sillones de sus espaciosas y climatizadas oficinas, arropados por el calor de sus pandémicos hogares incluso algunos desde la distancia de su cobardía allende la frontera norte (¡ay como sufren!). Así a cada oportunidad ya sean solo cada quién o con patiño en ristre, o en bola que es más cómodo que hasta el más cobarde se avienta, y de ahí empiezan a repartir maledicencias a diestra y… diestra contra del presidente que lo único que les ha quitado y decía a más del sueño, han sido el cúmulo de privilegios, prebendas como jugosos convenios publicitarios. (Solo que sea por eso)

Pero más allá de estos adláteres del conservadurismo o de intelectuales engaña-bobos como Leo Zuckerman o Sergio Aguayo y la lista sería impensable, están los verdaderos hombres que mecen la cuna. Los que detentan el poder económico los llamados hombres de negocios. Sí los dueños de la Kimberly Clark o los empresarios constructores de los costosísimos gaseoductos pagados por la CFE, o de los «dirigentes» empresariales como el aberrante Gustavo de Hoyos de la Coparmex, o como cita Arcadio Acevedo, Priparmex. Y la lista de los verdaderos conservadores forjadores de la derecha o de menos que la siguen alimentando, es igual de «robusta» usando sus términajos. De ésos acostumbrados a no pagar impuestos los que al amparo y complicidad del poder público, eran objeto de cuantiosas condonaciones y exenciones de impuestos o de menos se les devolvían fuertes cantidades. Así la suma de estos «regalos» presidenciales a los pobrecitos hombres de negocios, en sólo una década se han referido cifras, llegaron a condonarles una suma cercana a los ¡400 mil millones de pesos! y por ello mismo es entendible pero no justificable o usted que cree, que estén tan encabronados con la 4 T ¿o no? Por ello se preguntan contrariados qué ¿cómo va ser que sus «ahorros» vía condonación de impuestos ahora vayan a parar a viejos decrépitos que ni estudian ni trabajan? (sic). O qué poco más de 10 millones de niñas, niños y jóvenes estudiantes de bajos recursos reciban becas para apoyar sus estudios. De los casi un millón de niñas y niños con discapacidad ya ni hablamos. ¡Presidente Sacrílego!

Es decir se preguntan sin hallar respuesta en su desvarío que: ¿Cómo chingados se le ocurrió al presidente no satisfecho con eso que paguen impuesto los ricos ahora la corrupción sea considerada delito grave sin derecho a fianza? Y solitos se responden acusándolo de no estar en sus cabales. De estar loco el presidente. Dan risa. ¡No les cabe!…, la idea de que ahora sea el pueblo el que manda. Al menos que tiene capacidad de voto y veto. Así entonces, en su locura la derecha utilizando el dolor nacional por la muerte que ha provocado el Covid 19, no vacilan en usarlo con aviesos propósitos golpistas. Creen que porque un sector de la prensa en su mayoría más o menos ilustrada pero que resultan periódicos de ayer con noticias del pasado y lo peor, envueltos en noticias falsas, van a ser el factor de desestabilización de todo un gobierno; es más de todo un proyecto transformador estimo, con sobrada razón, que se van a quedar con las ganas. Porque para que recuperen sus privilegios ya no digo el poder, no será el camino de las marchas motorizadas, ni de las críticas sin sustento con lo que van a lograr su propósito. Y no es que no puedan porque al final de cuentas en la imperfecta democracia en que nos movemos, cualquier cosa puede suceder. Podrán regresar sí, pero dudo mucho que vuelvan a repetir las mismas historias de ignominias. Cambiarán las siglas, pero los atrasos, el hartazgo y la pobreza acumulada por siglos, ahí estará presente a cada paso que den y el pueblo se convertirá en su sombra. En su peor pesadilla.

¿Quieren el poder? ¡Adelante gánenselo en las urnas! Ya se los dijo el presidente; ahí está a la vuelta de la esquina el 2021 en que habrá, además de varias gubernaturas, congresos locales y ayuntamientos en varios estados del país, y la posibilidad real de empezar a inclinar la balanza hacia «la derecha» con el relevo de 500 diputados del congreso federal. Y a partir de ahí, ir acotando el poder presidencial. Pero no antes ni con sus ridículas muestras de encabronamiento y debilidad programática, más grave aún, con portentosa muestra de ausencia de liderazgos. Y no sólo eso, el presidente también les ha externado que respeta su derecho a disentir y manifestarse. Es más los invita para que en 2022 con la revocación del mandato que el mismo propuso, tienen otra oportunidad para sacarlo del poder. Porque bien aclara, de que si el pueblo ya no lo respalda, nada tiene que hacer en la presidencia y sentencia; el pueblo pone y el pueblo quita. Y si ya de plano nada les sale a esta enloquecida derecha, pues ¡que se esperen al 2024! Cuál es la prisa. Si tan mal lo está haciendo el presidente y su gobierno, no creo que sólo ellos y ellas gente bonita e inteligente lo vean y el resto pobretón e ignorante del país, no. Y no es cuestión de enfoque, es la visión de país. Así entonces; Lo dicho ¡la derecha enloqueció! ¡Me queda claro!

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