Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

«El diluvio que viene»*

En realidad nada que ver el título de esta comedia musical, con el tema de la vida real aunque sin duda de alguna manera u otra se conectan. Es decir en efecto, la obra musical se refiere al anuncio que Dios, desde el cielo, le hace a un párroco de un pueblito sobre que mandará un segundo diluvio que se entiende, es para castigar a la humanidad por su mal comportamiento, y ha escogido a ese pueblo para salvarlo y es entonces que ordena al cura construir la barca. Claro al principio, nadie le cree, mucho menos la autoridad municipal tildándolo de demente. Bueno la obra habla de más cosas y el desarrollo de la obra tiene momentos hilarantes e incluso el cura al enamorarse de la hija del alcalde, le pide consejo a Dios para no romper el celibato y caer en pecado, a lo que el «Señor» le contesta que él jamás lo ordeno. En fin. Comentario al margen; bien valdría detenerse en el aserto anterior y darle un giro de 360 grados a esa concepción del celibato que obliga a los curas a serlo para ejercer la profesión de fe. Pero decía, si algo habría que tomar de la esencia misma del título de esta obra, sin duda sería en el sentido que tal y como algo proverbial, desde tiempos inmemoriales se ha venido anunciando el Otro Diluvio y de hecho año con año éste, se cumple a cabalidad. El cambio climático por un lado causado directamente por la avaricia e irresponsabilidad humana en una sociedad consumista global, han venido a convulsionar a la naturaleza y con ello su errático comportamiento. Lo acontecido este fin de semana en Tuxtla Gutiérrez, capital, es solo botón de muestra de ambos fenómenos; el natural y el de la avaricia e irresponsabilidad humana y social. Es triste por decir lo menos, que las primeras valoraciones que salen a hacer las autoridades del municipio y estado sean justificaciones a bote pronto como de que se trató de una lluvia atípica de más de mil milímetros en solo noventa minutos fenómeno que no tenía registro desde hace 32 años. Es decir o usted juzgue; nadie salió a decir sobre el tema de las zonas invadidas en áreas de amortiguamiento que registra la mancha urbana sobre todo a las laderas del Mactumatzá y el Cañón del Sumidero, producto de la corrupción política que durante años los gobiernos permitieron con viles cálculos político electorales. Ciertamente fue un evento que rebasó las medidas de contingencia previsibles por la cantidad de lluvia en tan corto tiempo, pero eso no hubiera pasado si las autoridades con inyección de recursos importantes en temas de reforestación incluso de reubicación de zonas completas que se yerguen en los puntos más inaccesibles, podrían aminorar los efectos. Aún nos preguntamos qué pasó con aquellos anuncios millonarios para el desazolve del río Sabinal que parte en dos la capital, dónde recursos millonarios a través de una Fundación, iban a cambiar el rostro de este río y por ende de Tuxtla con un corredor turístico recreativo en sus márgenes y ya no digo de los anuncios alegres como irresponsables que en el pasado nos hablaban de hacerlo, incluso, navegable. ¿Se recuerda?
Excusas y justificaciones no pueden ser las repuestas de las autoridades, digo si antes no, no se atienden las causas originarias que han hecho de Tuxtla una ciudad sin viabilidad ni futuro cierto, en donde la permanente zozobra ante este tipo de eventos climáticos sea la constante. Nadie está diciendo que las autoridades sean ¡Dios! capaces de contener las fuerzas de la naturaleza. Es obvio que no. Digo porque no faltará quien considere, sobre todo de «esos buenos ciudadanos participativos» de los que habla el Maestro Enrique Alfaro en Facebook, sí de esos «feisbukeros» que salen, ya bien a aplaudir todo lo que hacen sus autoridades o bien a criticar a los críticos de esas mismas autoridades; pero decía, sí habría que partir de un diagnostico frío y profundo que ponga en el centro del análisis las variables que inciden en que este tipo de fenómenos naturales no sean tan severos sí y solo sí, se toman las acciones específicas como las ya mencionadas y claro de más obras de drenaje, desazolve, como de reordenamiento territorial. No omito considerar un tema toral y fundamental para aminorar los efectos que provocan las inundaciones y desbordamiento de los cauces y del río mismo, y que pasa por la responsabilidad ciudadana de su propia irresponsabilidad. Más directo, que mientras los tuxtlecos sigan con esa cultura del desperdicio y falta de cultura cívica de tirar la basura en los cauces de los arroyos, en las calles y en el río Sabinal, pues la verdad ¡estamos jodidos! Aunando a esta conducta antisocial en específico, está la falta de capacidad de las autoridades en establecer políticas públicas incluso debidamente legisladas para someter a los inmobiliarios y sus cómplices constructores como con el aval de la autoridad competente ya municipal o estatal, para que se sometan a las normativas y en su caso, se tipifique la sanción con severidad para quienes la violenten al construir fraccionamientos con miles de viviendas que en principio implican deforestación, y dónde los servicios de agua, drenaje, luz, alumbrado público, recolección de basura, seguridad y etc., son imposibles de dotar lo que es un verdadero crimen. Lo que quiero ilustrar, es el hecho que no se trata, como principal respuesta, recurrir a las justificaciones porque éstas las venimos escuchando de toda la vida; como si el Fonden y los actos de conmiseración de las autoridades para con los afectados, fueran a revivir a sus muertos y reponer su patrimonio y hogares, con solo despensas y colchonetas. ¡Farsantes! Por ello insisto, es tiempo de dar respuesta desde el gobierno municipal, estatal y por supuesto federal (si no de dónde chingados agarramos los recursos), para que lo que esté en la esfera de los gobiernos se hagan, bien y de manera urgente. Y no digo que no está bien empero; ante este tipo de contingencias; ¿de qué nos sirve a los tuxtlecos tener un par de libramientos eficientes sí pero costosísimos si la ciudad se inunda cada verano y otoño? Más vale que se empiecen a replantear sus decisiones nuestros gobiernos, o de plano ante el Diluvio que viene, empezar a construir una nueva Barca de Noé. Pero ahora sin animales ni políticos. ¡A chingar sonó a pleonasmo!

Ya de salida (#3de3)

1.- Siguiendo con el tema de la fuerte tormenta que afectó la capital del estado el pasado viernes, obligó a las autoridades tanto municipales como del estado en materia de protección civil, a emplearse a fondo para hacer frente a los desbordamientos del río Sabinal y de algunos afluentes como el Potinaspak y otros, causando inundaciones en varias colonias y severas afectaciones en viviendas y calles. La SOPyC (Secretaría de Obra Pública y Comunicaciones) informó que esa misma noche incluso aún antes de que amainara la lluvia, salieron a recorrer los lugares que según reportes eran los más afectados. Al frente de estas acciones estuvo el secretario Jorge Alberto Betancourt, quien en un video en tiempo real, daba cuanta de los primeros trabajos que le permitieron desfogar algunas vías y la remoción de escombros con maquinaria pesada. Pues vaya que si les representó un gran reto poder, en tiempo record, atender las principales afectaciones ¡Vientos!…// 2.- En el mismo tenor, el alcalde de Tuxtla Fernando Castellanos Cal y Mayor, se puso el chaleco –literal- de las afectaciones sufridas en la comuna tuxtleca, y así ambas instancias de gobierno emprendieron, eso sí cada quien por su lado aportando su valoración y cifras, pero como quiera que sea, con el mismo propósito; atender a los cientos de afectados de esa noche diluvial. Aquí algunas cifras preliminares aportadas por las autoridades y que para el efecto, retomo de La Crónica, de Daniel Flores Meneses. Numeralia: 151 familias con 604 personas afectadas de 26 colonias; 35 viviendas afectadas en diferentes grados; 5 familias trasladadas a albergues; 18 comercios dañados; 75 vehículos arrastrados; un puente y un dren pluvial colapsados; 300 elementos de la secretaría de Salud estatal desplegados (fuente gobierno del estado) y lamentablemente tres personas fallecidas. La lluvia rebasó los mil milímetros (1 124 mm) en aproximadamente 90 minutos y se desbordaron tres arroyos; Potinaspak, Shanka y Totoposte. La más alta precipitación registrada en los últimos 32 años. Si usted quiere donar, aquí una lista que nos sugieren, específicamente, en el centro receptor ciudadano del Barrio San Francisco; leche para los niños, agua, pañales, toallas femeninas, cubetas, chanclas niños y adultos, ropa en buen estado…// 3.- Finalmente y solo para reforzar mi comentario inicial, es decir del tema del cambio climático y la necesidad de implementar políticas públicas de protección civil pero también de una cultura cívica en materia ecológica y ambiental, solo un pequeño apunte sobre lo referido por el diputado Eduardo Ramírez Aguilar, en relación al evento climático que azotó este pasado fin de semana a los tuxtlecos: «los desastres naturales cada día ocurren con mayor intensidad causado por el deterioro del medio ambiente a causa, la mayor de las veces, a la falta de conciencia del ser humano por el cuidado ambiental, sin embargo nos damos cuenta de ello hasta que los desastres ocurren»…// Me queda claro. Salu2.
*»El diluvio que viene»: Comedia musical de 2 actos de Pietro Gariner y Sandro Giovannini, escrita en 1974 con Taia Frustri; adaptación libre de la novela «After me the Deluge», de David Forrest. Compositor: Armando Frovioli. (Fuente: Wikipedia) Se la recomiendo la puede encontrar en YouTube. (Yo la vi hace uh años ha en el DF, con Héctor Bonilla en el papel principal del cura Silvestre.

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