Conoce a Deli, la única cafeteria con personal con Down en Chiapas

La integración social y laboral de las personas con Síndrome de Down es un hecho comprobado; se requieren más esfuerzos e inversión

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]J[/dropcap]uan Andrés, Ángel y Adriana reciben a los clientes con una mirada traviesa y una sonrisa de oreja a oreja. Amablemente ofrecen el menú de alimentos, bebidas y postres que ellos mismos elaboran en la cafetería Deli, un proyecto impulsado por la asociación Unidos Pro Down que busca promover la integración social y laboral de personas con Síndrome de Down.
Ésta es su primera experiencia laboral —tras capacitarse en Unidos Pro Down— en la que, además, cuentan con el respaldo de una chef que supervisa la cocción de los alimentos a fin de brindar un servicio de mayor calidad. Se involucran en todo el proceso, incluso en servicio al cliente.
La espera por una taza de café, un licuado o un sándwich se convierte en minutos divertidos y en la oportunidad para conocer la historia de estas personas que, motivadas por los deseos de superación, encontraron un espacio en el que desarrollan sus habilidades laborales.
Deli es una cafetería única en su tipo en el estado de Chiapas y también uno de los pocos proyectos que se han puesto en marcha para la integración de personas con discapacidad motriz o intelectual al campo laboral, ya que existen muy pocas empresas socialmente responsables que así lo hacen, de acuerdo con Karla Arriaga, presidenta de Unidos Pro Down.

Oportunidades para todos

El Síndrome de Down ocurre cuando hay una copia extra del cromosoma 21. El 95 por ciento de los casos se deben a lo que se denomina trisomía 21; es decir, los infantes que lo presentan, en vez de tener dos cromosomas en el par 21, tienen tres y por lo tanto un total de 47 cromosomas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el cromosoma extra causa problemas con la forma en la que se desarrollan el cuerpo y el cerebro, lo que provoca que la persona tenga un proceso de aprendizaje lento pero con ayuda profesional, puede desarrollarse con normalidad durante sus primeros años de vida.
A pesar que en Chiapas se presentan los rangos más bajos de casos a nivel nacional, la exclusión del colectivo es constante y los hace vulnerables a maltratos físicos y psicológicos, aun cuando poseen habilidades y destrezas que les permiten ser independientes.
Según explicó la coordinadora educativa de esta asociación civil, Susana Gutiérrez Escobar, el principal motivo que llevó a la creación de este espacio fue trabajar en favor de la integración e inclusión, tratando de abrir puertas para que las personas con síndrome de Down sean respetadas como cualquier otra.
«En este lugar pueden encontrar alimentos que son preparados por personas con síndrome de Down capacitadas en Unidos Pro Down; es importante que la sociedad tenga la iniciativa de incluirlas y que no les nieguen el acceso a la educación, la salud y el trabajo», comentó.
La presidenta de la asociación destacó que las personas con discapacidad intelectual aprenden a desarrollar actividades más lento, sin embargo, logran hacerlo y no tienen ninguna dificultad para integrarse a la sociedad.
«Este es el inicio de más acciones que permitan su incorporación a la sociedad, estamos muy felices», dijo en entrevista.
La cafetería abre sus puertas en un horario de 9:00 de la mañana a 1:00 de la tarde; ofrece desayunos, licuados, snacks y postres.

Una mano amiga

Ante la preocupación por la falta de integración social y por el futuro de los niños, niñas y jóvenes con esta condición en el estado, Unidos Pro Down se fundó hace 18 años para brindar atención especializada a bebés, niños y jóvenes con éste síndrome y discapacidad intelectual.
En la actualidad atienden a 110 personas con el principal interés de capacitarlas para el área laboral, y buscar espacios en los que puedan incorporarse.
Para ello, el personal de la asociación se encarga de enseñarles todo lo relacionado con su higiene personal, elaboración de alimentos, traslado y cómo ser ciudadanos activos, proceso que en ocasiones puede resultar largo, toda vez que tienen que transcurrir semanas, meses e incluso años antes de lograr un cambio.
«Los preparamos para la vida, para que puedan defenderse y levanten la voz cuando no quieran algo, no podemos encerrarlos en una burbuja porque la vida no es así, tienen que conocer que ellos también tienen obligaciones y que deben ser tratados como cualquier otro ciudadano».
Deli es muestra que la discapacidad cognitiva no es un obstáculo para ser miembros activos en la sociedad o desarrollar una vida plena.

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