Disminuye arribo de tortugas marinas a playas chiapanecas

De acuerdo con autoridades ambientales, el número de nidos ha descendido durante esta temporada de desove a comparación con el año pasado, sin embargo, esperan se mejoren las condiciones de reproducción de este reptil y se llegue a la meta de liberar más de 300 mil crías

Lucero Natarén / Aquínoticias

Del mes de junio hasta octubre ocurre la temporada alta de anidación y desove de tortugas marinas de la especie Golfina en Chiapas, disminuyendo gradualmente hasta diciembre, sin embargo, hasta la mitad de agosto, los expertos en Biología de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) han observado una disminución en el número de tortugas que arriban a las inmediaciones de la extensa playa de Puerto Arista (más de 32 kilómetros), comparado con años anteriores.

El biólogo Luis Arturo Álvarez Márquez, del Santuario Playa Puerto Arista, explicó que es muy pronto para hablar de un problema grave e incluso si este año será crítico para la especie más abundante de esta región del país. «Aún se espera una mayor «arribazón» en lo que resta de la temporada. Todavía tenemos esperanza que las condiciones mejoren».

El especialista indicó que a comparación con años atrás, en los recorridos se podía observar muchas tortugas a lo largo de la playa, pero, actualmente se han visto dispersas. Si bien se desconoce si la pandemia ha afectado de manera directa o indirecta el arribo de tortugas, lo cierto es que sí ha afectado el trabajo de los encargados de la Conanp.

Las circunstancias de salud derivadas de la contingencia por el COVID-19 forzaron que se disminuyera la plantilla de personal del órgano protector, debilitando su capacidad para monitorear, recolectar huevos o incluso vigilar que las tortugas estén seguras.

Por su parte, Mirella Domínguez Aquino, coordinadora estatal del Proyecto de Protección y Conservación de la Tortuga Marina en Chiapas, de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn), precisó que la temporada de anidación de la tortuga marina en playas chiapanecas apenas está iniciando, y sería muy prematuro hacer un comparativo en estos momentos; «esto se podría determinar ya a final de la temporada que es en el mes de diciembre».

Destacó que tienen como meta liberar 300 mil crías de tortuga marina, pero, el éxito dependerá de los factores ambientales que se presentan este año, que incluye precipitaciones que pueden interferir en humedad y temperatura.

«Está documentado que entre más lluvia se tenga, salen más hembras a desovar. Debido a que no se tiene un número estimado de tormentas o huracanes para la temporada de lluvias, es difícil precisar si saldrá mucha o poco tortuga en estos meses», dijo.

La protección de la Golfina se ha convertido en una odisea, pues existen muchos factores que ponen en vulnerabilidad a la especie, incluida la Laud y la Prieta, tales como perros que atacan a las tortugas adultas. El biólogo Luis Arturo Álvarez narra que pudo presenciar cómo una tortuga era devorada viva por canes callejeros mientras intentaba desovar.

El peor depredador ha sido el humano, que, pese a las campañas de concientización, -las cuales han rendido fruto, ya que incluso lugareños se han sumado a defender al ecosistema-, continúa con el robo de huevos para consumo o venta.

Dicha situación, explica, se ha recrudecido debido a que la zona costera había estado en crisis económica debido a la cuarentena y ahora, con la llegada de los turistas, hay potenciales compradores de huevos de tortuga.

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