Don Benji, un superviviente en la ciudad

Foto: Lucero Natarén

Con más de 40 años de experiencia, Benjamín Cervantes ha logrado sacar adelante a su familia como bolero citadino. Y aunque el oficio ya no es redituable, no le queda más que adaptarse o desaparecer

Lucero Natarén / Aquínoticias

Ser bolero hace décadas atrás era redituable, y podía ser un buen trabajo para quienes no tuvieron oportunidades de lograr una carrera universitaria. Así nos cuenta don Benjamín Cervantes, originario de Bochil, Chiapas.
Él narra que salió de Bochil debido a la falta de oportunidades, «me sacó la pobreza, allá no había un trabajo que ayudará a solventar bien los gastos de la familia».
Desde los 10 años don Benjamín inicio como bolero en las calles de Tuxtla Gutiérrez, por lo que actualmente lleva más de 40 años con esa profesión. Su lugar de trabajo se ubica en una de las banquetas de Almacenes Granda. Dice que los dueños de esa tienda le ofrecieron un espacio, pues lo conocen desde que era muy pequeño.

Foto: Lucero Natarén

Durante la época de «prosperidad» don Benjamín podía ganar más de 400 pesos diarios, sin embargo, en la actualidad sólo gana lo suficiente para pasar el día. Lo poco que gana se convierte en alimentos y artículos que solicita su esposa, quien padece una enfermedad que le imposibilita caminar y trabajar.
Por su estatus de trabajador informal no tiene acceso a seguridad social, ante esa situación cuenta que ha sido difícil sobrellevar la enfermedad de su esposa, porque requiere comprar los medicamentos.

Foto: Lucero Natarén

Cuenta que en esa banqueta se encuentran laborando también sus familiares quienes ejercen el mismo oficio. Él no solo bolea zapatos, incluso ha tenido que aprender la reparación de calzado, lo cual le permite generar otro ingreso adicional.
Mientras se encuentra en ese espacio, los transeúntes acuden a él para orientarse en la ciudad, y en ocasiones hasta para preguntarle donde comprar algún producto.
Dice que continuarán trabajando hasta que sus fuerzas se lo permitan, y siempre motivado de llevar alimento a su hogar y apoyar a su hijo para que siga estudiando. Su anhelo ha sido ser de ejemplo para otros, y así no padezcan lo que el pasó.

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