Este 11 de agosto, Tuxtla Gutiérrez cumple 129 años como capital de Chiapas
Sandra de los Santos / Aquínoticias
La tercera ola de la pandemia de COVID-19 silenció los festejos. Habrá una que otra actividad simbólica para que la festejada no se quede sin ser coronada. Tuxtla Gutiérrez cumple este 11 de agosto 129 años como capital de Chiapas.
Hace unos meses, una amiga me pidió que le ayudara a conseguir el poema «¿Qué si soy Tuxtleco? Del profesor Manuel de J. Martínez Vásquez, un docente se lo pidió a su hija en la escuela. Jamás había escuchado el poema y se lo pedí a varias personas que creí podrían tenerlo (¡Qué falta nos hace el Mtro. José Luis Castro Aguilar! que nos sacaba de cualquiera de estos apuros con su mente prodigiosa y todo su acervo).
La maestra Socorrito (Socorro Trejo Sirvent, Premio Chiapas) me hizo favor de enviarme el poema, que ahora les comparto a propósito de la fecha.
¿Qué si soy Tuxtleco?
Del Prof. Manuel de J. Martínez Vázquez
Preguntan si soy tuxtleco….
pues cómo no voy a ser
si arruyó a este chiapaneco
el Sabinal al nacer.
Soy feliz si me coronan
en mi santo o cumpleaños
y mañanitas entonan
mis amigos … mis hermanos.
Gozo estando en el mequé
haciendo joyózuctoc
con varas de ziqueté
con chuy y cacajoyó…
Con buenas rajas de ocote
salgo a buscar el nucú;
Me pongo hacer papelotes
cuando hay frutos de mazú…
En las fiestas del Belén
se tomar ujpononó;
rojas flores de chuquén
las corto por Tzequenó…
Admiro a los yomoetzé
cuando bailan a la virgen ,
les bailó el tonguyetzé,
que es otra danza aborigen,
Tamalitos con jocote
por Santa Cruz les invito,
les daré pictes de elote
de allá por El Brasilito….
La guitarra y el violín
se tocar en la jarana
que en Copoya y Juan Crispín
Les juro que no me ganan…
Se portar con mucho garbo
el típico nacamandoc;
tengo mis surcos de nardo
y un buen árbol de sospó.
Con gusto yo participo
en las fiestas de los barrios,
me llaman de San Jacinto,
de San Roque, del Calvario…
Los zuyuaetzé me divierten
con su disfraz dando saltos
al momento que arremeten
con sus curvos garabatos…
Y el carnaval yo lo gozo
preparando de a montones
con el chintuli oloroso
los vistosos cascarones…
Yo pido que pronto sea
socio, prioste o mayordomo
y si no llego a albacea
a mi grupo no perdono.
Me gustó ver a mi novia
de costal azul añil
que ya ha pasado a la historia
como nagüilla y huipil…
Yo no falto a ensartaderas
de las que se hacen en mayo,
y así hago yo placentera
la vida que Dios me ha dado…
Yo soy de los Consospó,
y a boca llena lo digo,
quien niegue ser Tondopó
lo aborrezco… lo maldigo.
Mi mujer es Cunjamá,
mi suegro Pedro Megchún,
mi abuelo Nopinjamá,
que sabe hacer buen sapún.
Cada tuxtleco en sus venas
de zoque lleva un poquito ,
decirlo… no le da pena
cuando les baila el cachito.
Más hoy no podrán negar
que de esta tierra yo sea
un Tuxtleco a todo dar
y aquí estoy pa’ que me vean.
He compartido el texto con varias personas desde que lo tengo, ni una de ellas ha podido entenderlo en su totalidad. Algunas referencias también me son desconocidas.
En este poema, el profesor Manuel Martínez hace alusión a espacios, fiestas y la cotidianidad de Tuxtla. Habla del Sabinal, el río que atraviesa la ciudad. De costumbres que se continúan practicando como la coronación de cumpleaños, el festejo del «Belén», las ensartas de flor de mayo, y utiliza varias palabras en zoque como mequé: fiesta.
En el texto aborda la gastronomía de la capital como la tradición de comer tamales con jocote el día de la Santa Cruz y hace referencia de apellidos que siguen siendo comunes como: Tondopó, Cunjamá, Consospó y Megchún.
Se puede o no conocer todas las referencias que se hacen en el escrito, y eso no significa una cédula de origen. La ciudad, al final del día, la construimos todas las personas todos los días. Larga y bella vida a la cumpleañera, que nos acoge.