En Chiapas, feminicidios continúan sin esclarecerse

Foto: Roberto Ortí­z.

El caso de Karla Yesenia Gómez y la pequeña Kimberly son algunos que siguen en la impunidad

Ana Liz Leyte / Aquínoticias

«Estas flores, estos labios pintados, se los pintó mi hija, una niña que a los siete años fue abusada sexualmente, entonces quiero decirle a ese presidente que cómo se indigna por este cuadro, por qué no se indigna cuando abusaron de mi hija», reclamó públicamente Erika Martínez, madre de menor abusada sexualmente y quien ha tomado con otras mujeres las instalaciones de la CNDH.

México está pasando por un momento histórico, mujeres y familiares víctimas de feminicidios y desapariciones tomaron las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exigiendo al gobierno de México esclarecer sus casos y encarcelar a quienes hoy en día gozan de impunidad a pesar de ser señalados de cometer delitos de abuso sexual y feminicidios.

Esto pasa en el centro del país, pero en la entidad chiapaneca, aún hay casos sin resolverse. Un ejemplo de ellos, es el feminicidio de la joven de 21 años, Karla Yesenia Gómez, quien formó parte del equipo de campaña de Carlos Penagos -aspirante a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez en 2018- y quien habría salido con sus mismos compañeros de campaña, desaparecido y un día después hallada sin vida.

Sus padres –hasta el momento- no han obtenido respuesta de las autoridades, ni recibieron una disculpa ni ayuda del exdiputado chiapaneco.

Pero este no es el único caso en la entidad, hasta la fecha, la mamá de la pequeña Kimberly, una niña que fue asesinada dentro de la guardería «Pasitos de Colores» perteneciente a la Sedesol en 2016, pero hasta hoy en día, su caso sigue impune.

«Si protestamos pacíficamente no nos hacen caso, si nos hincamos ante el presidente -que ya ha pasado- tampoco les hace caso, ahora tampoco pareciera, aquí en Chiapas tampoco hace presión, desgraciadamente sigue habiendo familias que siguen sin poder tener un acceso real a la justicia, casi siempre se deja libre a los agresores. No sé qué pasaría acá si nosotras nos animáramos a hacer eso mismo», afirmó Patricia Sánchez, feminista y fundadora de la Asociación Civil «Mi útero feliz».

Y pese a la falta de justicia para madres y familias en Chiapas y en todo el país y ante la falta de capacidad por parte de las instituciones encargadas de resolver estos casos, el presidente de la República y un alto número de personas siguen señalándolas como delincuentes y califican su movimiento como vandalismo, cuando lo único que exigen es que los responsables de cometer delitos en contra de mujeres, obtengan sanciones ejemplares, pues han agotado todas las instancias y se han manifestado de manera pacífica sin obtener respuestas.

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