En estado critico, enfermera en huelga de hambre ingresa al hospital

La enfermera grave de salud que el miércoles por la tarde se negó a recibir atención médica, fue ingresada a urgencias en los primeros minutos de este día

Portavoz / Agencias

[dropcap]G[/dropcap]abriela Mayanin López Cruz, la enfermera grave de salud que ayer por la tarde se negó a recibir atención médica, fue ingresada a urgencias en los primeros minutos de este día.
El miércoles, María de Jesús Espinosa de los Santos, una de las voceras del movimiento de las enfermeras del hospital «Rafael Pascacio Gamboa» que se encuentran en huelga de hambre, informó que López Cruz, de 40 años, era una de las más delicadas de salud pero «insiste en mantener el ayuno y no recibir atención médica hospitalaria».
La trabajadora de salud indicó ayer que se había reportado a Gabriela Mayanin en riesgo por un cuadro clínico creciente de complicaciones metabólicas que la colocaban en «un pronóstico malo a mediano plazo».
Por la falta de alimentos, la ayunante presenta baja presión arterial, bradicardia (latidos cardíacos lentos) debilidad y fatiga extrema, retortijones, dolores articulares, deshidratación, náuseas, distensión abdominal, palidez generalizada y mucosa oral seca.
Espinosa de los Santos indicó que hasta la tarde de ayer permanecían a la expectativa de los resultados de los análisis de laboratorio, aunque Gabriela Mayanin «insiste en mantener el ayuno y no recibir atención médica hospitalaria».
En la huelga de hambre se encuentran además María Cielo Gramajo Cundapí, quien resiente el llamado «síndrome de desgaste» y permanece aislada en una casa de campaña adjunta para no exponerla a la intemperie, dado los riesgos por debilidad extrema y deterioro inmunológico.
Las otras ayunantes, también con «síndrome de desgaste» son: Verónica Zenteno Pérez, Rosy Eroyda Pérez Lázaro, Nelly Ivonne Castillo Esobar, Claudia Liseth Martínez Camacho, Emma Escobar López y Elisabeth Hernández Pereira, ésta última de la sociedad civil organizada involucrada en respaldo al movimiento de las inconformes.
El «síndrome de desgaste» se refleja con dolores permanentes gástricos y de cabeza, pérdida de equilibrio, de peso corporal, y también con padecimientos articulares (calambres), reflujo esofágico y nauseas.
A esas dolencias y malestares se agregan las diarreas, cansancio extremo, dolor ocular, hiper sensibilidad a la luz solar, visión borrosa y neuritis (inflamación de nervios y vasos sanguíneos), detalló Espinosa de los Santos.
En un comunicado se informó que durante un encuentro realizado el martes por la noche entre el gobierno y los representantes de las enfermeras, se reiteró que la autoridad cumple las demandas, como la reinstalación de 15 personas.
El pago por viviendas ya fue realizado, mientras que los adeudos con financieras y aseguradoras fueron sujetos a convenios «para eliminar cualquier obligación de los trabajadores. Asimismo, con las aseguradoras, las pólizas están activas y el abasto de medicamentos e insumos médicos se cumple gradualmente».

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