En la Mira / Hector Estrada

En Chiapas todo queda entre cómplices

Nada sorpresivos y alentadores resultaron los recientes nombramientos del gobierno de Manuel Velasco en un rubro tan importante como la educación que, al menos en Chiapas, parece ser otro de los asuntos poco relevantes para los planes de desarrollo. Y es que, como en el resto de gabinete estatal, en el Cobach y el Conalep todo quedó entre los mismos cómplices de siempre.
Mediante tomas de protesta exprés y un gobernador constantemente ausente, el Gobierno de Chiapas consumó dichos relevos de los que ya antes se había adelantado algo, pero se mantenían a la espera de la decisión final del «jefe». Con los mismos protocolos y formas voluntariosas con las que se realiza los cambios de políticos en México.
Jorge Enrique Hernández Bielma en el Cobach y Mariano Rosales Zuarth en el Conalep no resultan nombramientos optimistas para las instituciones ahora bajo su cargo, así como para los miles de docentes y estudiantes que dependerán directamente de las decisiones tomadas por ambos personajes.
El historial político de ambos deja mucho que desear y otras tantas cosas más del porque preocuparse. Sus responsabilidades públicas recientes han estado llenas de graves señalamientos y resultados altamente cuestionables.
El trabajo de Jorge Enrique Hernández Bielma en la pasada legislatura local lo consumó como uno de los mayores cómplices del desastre político-financiero que actualmente vive la entidad. Fue parte importante de la operación política al interior del Congreso de Chiapas para aprobar la cuenta pública del ex gobernador Juan Sabines Guerrero; a quien -por cierto- le debe muchos de los cargos públicos que hasta hoy ha alcanzado.
Y como olvidar esa bochornosa entrevista realizada por el periodista Bernardino Toscano, cuando fue cuestionado sobre sus únicas tres iniciativas de ley presentadas, que finalmente reconoció desconocer por completo. Ese era el presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Chiapas que ahora dirige los destinos del principal sistema de bachillerato en la entidad.
Y qué se puede decir de Mariano Rosales Zuarth. Su paso por la Secretaría de Transportes en Chiapas fue más que problemática, estuvo llena de señalamientos y una severa investigación por parte de la Secretaría de la Función Pública (SFP) debido a anomalías en la asignación de concesiones que nunca fueron esclarecidas.
Fue acusado por líderes concesionarios como David Fonseca Cartagena por obstaculizar el trabajo de algunas cooperativas transportistas, promover la presencia de unidades piratas y otorgar concesiones a discrecionalidad, envolviendo a dicha dependencia estatal en uno de sus peores momentos de corrupción y escenarios de conflicto.
Pero Rosales Zuarth también fue candidato a presidente municipal de Villaflores por el Partido Verde Ecologista de México. Se involucró de manera bochornosa en enfrentamientos con el otro partido de gobierno (Mover a Chiapas), que finalmente terminó arrebatándole la alcaldía, por lo que ahora evidentemente ha recibido su «recompensa».
Esos son los dos personajes colocados por el gobierno de Velasco Coello en puestos clave para la educación media superior de Chiapas. Son los nuevos rostros directivos de la educación en la entidad chiapaneca que, si bien merecen tener el beneficio de la duda, sus antecedentes podrían advertir resultados poco optimistas.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *