Los Consejeros del IEPC deben irse
[dropcap]A[/dropcap]unque hayan transcurrido ya más de tres semanas desde los comicios del pasado 19 de julio, en Chiapas aún existen importantes pendientes en materia de rendición de cuentas por las escandalosas irregularidades que caracterizaron al proceso electoral reciente, y el tema de la destitución a los Consejeros Electorales es un asunto que no debe perderse de vista.
Hace sólo un par de días el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) entregó la solicitud formal ante el INE para la remoción de la Consejera Presidenta, María de Lourdes Morales Urbina, así como de las y los Consejeros Electorales del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) en Chiapas.
El representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), Horacio Duarte, que estuvo personalmente en la entidad chiapaneca durante los comicios, fue el responsable de presentar ante la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral el documento para exigir oficialmente la destitución de todo el Consejo General del IEPC.
Y no es para menos semejante solicitud. Sólo basta recordar vergonzosos episodios como la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que terminó por revocar las candidaturas a sólo unos días de la jornada electoral debido al desacato flagrante a las leyes electorales en materia de paridad de género.
El sólo incumplimiento a la normativa electoral provocó una situación histórica para la democracia en México, con candidatas exprés sin tiempos de campaña, la postulación tramposa de las esposas de los candidatos y boletas con nombres de candidatos sin registro vigente. Pocas veces en el país se ha documentado tanta anomalía en un árbitro electoral.
A todo lo anterior se suma la impresión de boletas en ambos lados, la falta de folio en la papeleta electoral que se depositó en las urnas, la suspensión prematura e ilegal del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), conteos distritales que se extendieron más allá de los tiempos establecidos por la normativa y la quema de varios consejos electorales municipales.
Y es que, ya está de más hablar sobre la ineficiencia e inoperatividad de las instancias fiscalizadoras que parecieron inexistentes ante tanto delito electoral que desfiló por todas las colonias, barrios y ejidos de la entidad chiapaneca, con total descaro e impunidad.
Con tantas evidencias, no queda duda que todos los Consejeros Electorales del IEPC deben irse. Deberán pronto dejar vacantes los encargos públicos que incuestionablemente les quedaron muy grandes. Para el Instituto Nacional Electoral no hay mucho que analizar al respecto, pues las pruebas de la ineficiencia están más que expuestas.
A más tardar para el 2 de octubre (fecha en que concluye el proceso electoral) los actuales integrantes del Conejo General deberán estar abandonando sus cargos en el IEPC, por lo que en breve podría iniciarse un nuevo proceso de selección que está obligado a evitar los evidentes errores que ahora tienen a Chiapas sumido en uno de sus peores escenarios post electorales.
