Se termina el tiempo para el tribunal electoral local
Esta semana prácticamente concluye el plazo del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH) para resolver el juicio de impugnación a la elección de alcalde en Tuxtla Gutiérrez y el resto de los municipios chiapanecos que también mantienen vigentes sus procesos jurisdiccionales por los comicios recientes en los tribunales locales.
A más de un mes de la vergonzosa jornada electoral del pasado 19 de julio y más de 20 días desde el inicio de los procesos de impugnación, a más tardar el próximo lunes se deberá estar conociendo la determinación del tribunal electoral chiapaneco en el Caso Tuxtla para dar paso a la anulación de las elecciones o la validación de unos comicios tan anómalos como los señalados.
Con el fin de este plazo también concluye la oportunidad de las autoridades locales para corregir «en casa» un proceso electoral tan ensuciado y plagado de ilegalidad. Se terminan las opciones para que «los que deciden en Chiapas» puedan corregir los errores cometidos por las instancias electorales ya agotadas y resolver aquí mismo la grave situación post electoral que enfrenta la entidad.
Con el mes de agosto concluido también se esfuma la última carta de «los dueños del poder» en Chiapas para demostrar que la razón puede más que los caprichos de una autoridad enfermiza. Se acaba la posibilidad de salvar lo poco rescatable del proceso electoral reciente y no consumarse en la historia como uno de los mayores ejemplos de autoritarismo puro.
Si el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas decide legitimar el total de las elecciones municipales, destacando el caso de Tuxtla Gutiérrez por su impacto social y mediático, se estará sellando uno de los más escandalosos y fraudulentos procesos electorales en la historia democrática reciente de la entidad chiapaneca.
También se terminará de fraguar el principal lastre a cargar por el actual gobierno verde, que ya ha cobrado factura en su aceptación popular, la estabilidad social interna y sus aspiraciones políticas para el 2018. Quedará clara la decisión de ganar las alecciones intermedias de 2015 a costa de entregar el estado en las próximas elecciones federales.
Con el actuar legitimador de cada una de las instancias electorales locales la percepción social sobre la existencia de uno o más fraudes electorales en Chiapas se hace cada vez más fuerte. Los señalamientos que aseguran la intervención gubernamental en la «imposición de candidatos oficiales» se fortalecen y con ello se desploma la credibilidad de un proyecto con aspiraciones presidenciales.
Según lo que resuelva el tribunal local, a partir de la próxima semana podría comenzar el litigio en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Sala Regional de Xalapa) hasta donde se llevarían los procesos jurisdiccionales necesarios a fin de resolver de manera definitiva el caso de las elecciones en Tuxtla Gutiérrez y otros municipios de Chiapas, donde las anomalías y delitos electorales desfilaron a la vista de todos con un cinismo que indigna a cualquiera.
