En la Mira / Hector Estrada

El contrastante 15 de septiembre en Chiapas

En Chiapas los acontecimientos del pasado 15 de septiembre contrastaron mucho de la celebración nacional que festeja a un país de unidad, libertades absolutas, instituciones, legalidad y democracia plena. Los hechos que enmarcaron el día dejaron en claro que para pasar de los dichos a las realidades aún queda mucho que hacer.
El día comenzó con una zona centro de Tuxtla Gutiérrez secuestrada por elementos de seguridad de los tres órdenes de gobierno que se apoderaron de manera intempestiva del primer cuadro urbano sin importar las afectaciones al libre tránsito y a decenas de comerciantes que con impotencia vieron afectadas sus ventas del día.
Como nunca antes, para una ceremonia del 15 de septiembre, el centro de la capital chiapaneca fue convertido en una zona de injustificada restricción, donde los elementos de la Policía Federal se apoderaron poco a poco de los accesos viales y peatonales.
No hubo límites para el despliegue de seguridad gubernamental con elementos policiacos que arribaron a «camionadas», helicópteros, perros policiales y hasta vehículos equipados con armas de fuego que hicieron parecer al asunto más un operativo para proteger a mandatarios nacionales o detener a delincuentes de alto peligro que para una simple ceremonia del Grito de Independencia.
Al medio día, casi de manera inadvertida, la resolución de la Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) fue otro balde de agua fría. En pleno 15 de septiembre resolvió declarar improcedente el juicio de nulidad promovido por Francisco Rojas Toledo para la pasada elección a presidente municipal en Tuxtla Gutiérrez, reencausándolo a un juicio para la protección de los derechos político-electorales.
El madruguete cambió de sentido el juicio de impugnación interpuesto ante el TEPJF y se consumó como una noticia oportunamente inadvertida que pasó sin mayor escándalo entre las diligencias y controversias del pasado martes.
Pero los sucesos anómalos y sospechosos no terminaron ahí, fue el propio Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) quien casi cerró la noche con la sesión extraordinaria realizada donde la asignación de las curules plurinominales para el Congreso del Estado terminaron convirtiéndose en otro show de arbitrariedad protagonizado por dicho organismo electoral.
Y es que, pese a que la ley establece la asignación de cuatro diputaciones por cada circunscripción plurinominal en Chiapas, el IEPC terminó aprobando el otorgamiento de 5 diputaciones para la Circunscripción Número Dos, así como una adicional al Partido Verde Ecologista de México, que concluyó por arrebatarle una plurinominal a Morena.
La determinación final del IEPC no sólo benefició al presidente estatal del PRD como gente allegada al Gobierno de Chiapas, también permitió al ex secretario de gobierno Eduardo Ramírez Aguilar hacerse de una diputación y evitar que Morena pudiera acceder a la Junta de Coordinación Política como la tercera fuerza en el legislativo estatal.
La noche no pudo cerrar peor que con una conmemoración del Grito de Independencia en tres distintos frentes; una perfectamente montada en Parque Central donde la simulación fue el eje movilizador; otra en el Parque de la Marimba con docentes opositores a las mal llamadas reformas educativas y otra más en el Parque Bicentenario donde la ciudadanía agraviada e inconforme con al actual gobierno hizo su propia proclamación de libertad.
Fue así como este 15 de septiembre en Chiapas, y particularmente en Tuxtla Gutiérrez, el sentimiento de vivir en un país de unidad, libertades absolutas, instituciones, legalidad y democracia plena, se convirtió en la mayor ausencia del día para miles de chiapanecos.