La costosa visita papal a Chiapas
Más allá de la algarabía religiosa, la próxima visita del Papa Francisco a Chiapas es ya causa de rechazo entre diversos sectores que, muy aparte de los objetivos «pastorales» aludidos por la curia católica, ven con indignación el gasto de más de 100 millones de pesos que el gobierno estatal presuntamente aplicarán para financiar los eventos papales dedicados contradictoriamente a los más pobres de Chiapas.
Y es que la molestia ciudadana no tiene nada que ver con el arribo de Francisco a tierras chiapanecas y su agenda estrictamente religiosa, la indignación es ajena a lo eclesiástico. Para ponerlo en palabras claras, la inconformidad legítima se desprende del desmedido e injustificable uso de recursos públicos que se desembolsarán para costear la visita.
Evidentemente se trata del mismo oportunismo político que tanto ha caracterizado a las visitas papales en México durante las últimas décadas, donde la clase política se ha subido al escenario, convirtiendo al evento religioso en un completo show mediático de donde se exprimen las mayores tajadas posibles.
Recientemente el diario digital «La Extra» dio a conocer que para garantizar las obras y los trabajos de logística dispuestos para la visita del Papa a Chiapas, el gobierno que encabeza Manuel Velasco etiquetó un presupuesto de alrededor de 100 millones de pesos que ya están siendo aplicados en algunos trabajos preparativos.
Como muestra de lo anterior, desde hace un par de semanas la empresa constructora Techisa tiene emplazada la maquinaria pesada que trabajará sobre alrededor de 10 hectáreas pertenecientes al Deportivo Municipal de San Cristóbal de las Casas donde el próximo 15 de febrero se tiene programada la misa multitudinaria «dedicada a los pueblos indígenas de México y Centroamérica».
Para despejar el predio, que albergará a más de 100 mil feligreses, ha sido retirada la pista de tartán financiada por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) con una inversión de seis millones de pesos, además de la demolición de baños, vestidores, el retiro de los techos de dos canchas de basquetbol y algunos árboles.
En los próximos 45 días también serán demolidas las tribunas de tres canchas de fútbol de pasto sintético que fueron entregadas por el propio Velasco Coello a las ligas municipales, así como los enmallados que separan al campo de fútbol y el estadio de béisbol, un muro de piedra que se ubica en la entrada y un edificio de una sola planta que se encuentra a un costado de una cancha de basquetbol.
Pero la millonaria inversión gubernamental tiene ya sus condiciones. Entre ellas destaca la elaboración (junto a las diócesis) de una lista de invitados donde figura gran parte de la familia del mismo gobernador, miembros del Congreso local con acompañantes, presidentes municipales, miembros del gabinete estatal y hasta militantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La lista extraoficial dista mucho de lo dicho por Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, quien ha señalado reiteradamente la supuesta aplicación de una consulta realizada por el clero a la ciudadanía católica para que sean ellos mismos quienes postulen a los candidatos que serán invitados a los eventos papales.
Es un presupuesto millonario equiparable al necesario para la construcción de alrededor de 180 casas de interés social, el mismo número de aulas escolares u otras tantas obras de desarrollo social para un estado como Chiapas donde (De acuerdo al Coneval) la pobreza pasó de 74.7 a 76.2 por ciento tan sólo entre 2012 y 2014.
Es así como lo que se supone una visita pastoral ha sido enlodada por el mismo oportunismo político de siempre, con el acostumbrado derroche desmedido de recursos públicos y la parafernalia gubernamental distante a los problemas que verdaderamente carcomen el bienestar social de quienes menos tienen.
