El moroso gobierno verde
Tan mal está eso de la administración pública en Chiapas que ahora (además de los campesinos, docentes, trabajadores del sector salud y comunidades indígenas, entre otros) es el sector empresarial quien ha decidido salir a las calles e iniciar huelgas indefinidas para exigir los millonarios pagos contractuales que el actual gobierno del estado ha incumplido desde hace ya varios meses.
Como si faltara menos en la larga lista de reclamos y exigencias en contra de la actual administración estatal, este lunes fueron los empresarios chiapanecos quienes dieron la nota de ocho columnas cuando en un hecho de valentía y hartazgo decidieron plantarse frente a Palacio de Gobierno para denunciar los graves incumplimientos y arbitrariedades del «régimen verde».
Y es que no es para menos, según los denunciantes, desde finales de 2011 el gobierno que encabeza Manuel Velasco Coello mantiene un adeudo -con los empresarios manifestantes- de alrededor de 120 millones de pesos por concepto de obras, papelería e insumos utilizados por distintas dependencias estatales.
Sin embargo, el monto anterior sólo es una parte de la deuda general que la administración de Velasco Coello tiene con las empresas proveedoras que, dicho de paso, mantienen en vilo no sólo a los propietarios, sino a decenas de empleados que depende de estas compañías chiapanecas.
Para tener una idea de las escandalosa cifra morosa, tan sólo en lo que respecta a los proveedores del sector salud la deuda se estima en más de dos mil 500 millones de pesos, mientras que en lo que respecta a los empresarios de la construcción el monto total supera los siete mil 500 millones de pesos.
En voz de Rafael Jiménez Arrechar, los empresarios manifestantes terminaron cimbrando una bofetada directa al gobierno de Chiapas que, como parte de su reciente Tercer Informe de Gobierno, se había llenado la boca asegurando finanzas sanas en la entidad. Así, de manera textual los empresarios proveedores del gobierno simplemente sentenciaron que en Chiapas «tampoco vivimos finanzas sanas».
Resultan evidentes las deficiencias administrativas en la Secretaría de Hacienda estatal donde se ha señalado de manera directa al joven subsecretario Daniel Sandoval Jafif como principal responsable de semejante caos financiero y gestar un ambiente ríspido entre los empresarios locales y la ineficiente oficina hacendaria bajo su responsabilidad.
No es la primera ocasión en que Sandoval Jafif es señalado por miembros de la iniciativa en la entidad. Ya antes se ha hecho referencia a su prepotencia, escasa disponibilidad al diálogo, falta de honestidad y deficiente habilidad para la administración de las finanzas públicas.
Por eso no debería sorprender que el cargo que hoy ocupa Daniel Sandoval termine convirtiéndose en uno de los relevos lógicos dentro de los cambios recientes en la Secretaría de Hacienda, pues ya es hora de quitar la inmunidad a tantos funcionarios estatales que tanto daño han hecho a las finanzas estatales y, de paso, a la imagen de quien los mantiene en el cargo.
