En la Mira / Hector Estrada

Los anómalos programas asistenciales en Chiapas

Redacción

[dropcap]H[/dropcap]ace sólo unos días hablaba en este espacio sobre la misoginia política que hoy se vive en la política chiapaneca, y no fue necesario esperar mucho tiempo para que el Gobierno de Chiapas diera nueva muestra del irresponsable y humillante uso de los sectores vulnerables para robustecer sus estructuras de poder en la entidad.
Y fueron nuevamente mujeres quienes terminaron pagando las consecuencias de los abusos, falta de respeto e indiferencia de un gobierno acostumbrado a actuar con total irresponsabilidad. Con tal indolencia que hasta el momento ni siquiera ha emitido un pronunciamiento para explicar lo sucedido en la Arena Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, durante la fallida entrega de los programas Madres Solteras y Semillas para Crecer.
Para refrescar un poco la memoria, el bochornoso hecho sucedió el pasado miércoles cuando alrededor de cinco mil mujeres fueron citadas desde las ocho de la mañana en las instalaciones de la Arena Metropolitana para la entrega de los apoyos económicos del programa instrumentado por la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres de Chiapas (SEDEM).
Al lugar se supondría llegaría el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, para encabezar la populosa entrega de dinero (mil pesos por beneficiaria); pero la prolongada demora, la falta de atenciones y la desorganización llevó al evento a un caos que terminó con un saldo de varias mujeres lesionadas y la supuesta muerte por asfixia de un bebé que nunca fue confirmada.
Hubo quienes culparon de tremendo lío a la aparición de víboras en las inmediaciones y hasta la presencia de supuestos delincuentes armados. Pero no se equivoquen señores, la única responsable del colapso en este tipo de eventos es la egolatría gubernamental, acostumbrada al uso irresponsable de las multitudes para alimentar esa necesidad aplausos en el «mandamás».
Y ejemplos en Chiapas sobran. Ahí están los imprudentes eventos de entrega del «Programa Amanecer» donde los adultos mayores son expuestos a las inclemencias del tiempo y otros tantos riesgos de una ciudad como Tuxtla Gutiérrez. Abuelitos insolados, asaltados y hasta un deceso reportado hace años han sido parte del saldo de esta irresponsabilidad ya añeja.
A lo anterior se suman los zafarranchos registrados en las entregas multitudinarias de programas como Empleo Temporal, Canasta Alimentaria y otros más utilizados también para fines electoreros de los que no hace mucho fuimos testigos, donde se hace uso desmedido de la necesidad y pobreza para amasar esos pomposos eventos que tanto gustan a la clase política mexicana.
Y es que no hay nada más vergonzoso y ruin que mover a las masas a razón de la necesidad humana, sobre todo cuando se trata de dependencias como la SEDEM que –se supone- deberían contribuir al fortalecimiento de la dignidad y el «empoderamiento» de la mujeres, como uno de los sectores a los que la justicia social le debe más.
Por eso indigna con mayor fuerza este tipo de sucesos y la indiferencia de las autoridades para asumir la responsabilidad que les corresponde en este tipo situaciones. Pero qué se puede esperar de una Secretaría hueca, acéfala y sin rumbo que sólo funciona para empoderar y mantener cobrando del erario público a «las ahijadas» de la actual familia en el poder local. Así las cosas aquí

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