Gobierno de Chiapas ¿en guerra con acreedores?
[dropcap]N[/dropcap]o cabe duda que al actual Gobierno de Chiapas le está estallando el estado de manera prematura, pues las inconformidades y el hartazgo de varios sectores parecen haber rebasado ya los límites de toda tolerancia ante lo que se ha acusado de manera reiterada como el incumpliendo, abuso, arbitrariedad e ineficiencia de quienes hoy administran la entidad.
Ayer hablaba en este espacio sobre el grave asunto de las secundarias técnicas con la falta de salarios a docentes, y hoy son nuevamente los empresarios chiapanecos, proveedores del mismo gobierno, quienes han dado la nota al anunciar la reactivación de la huelga que mantenían frente a Palacio de Gobierno, debido al incumplimiento a los acuerdos establecidos por la administración de Manuel Velasco.
Tras instalarse como la primera huelga de empresarios durante el actual gobierno, fue el pasado 19 de enero cuando las autoridades de la Secretaría de Hacienda se comprometieron a pagar los adeudos durante la primera semana de febrero con tal de que los proveedores desistieran del plantón que tenían frente a Palacio de Gobierno.
Sin embargo, el plazo se cumplió y nada hubo de aquel acuerdo. Las autoridades del gobierno estatal simplemente se negaron a realizar los pagos pactados, desconociendo por completo todo compromiso previó e iniciando casi de manera inmediata una estrategia para amedrentar a los que hoy reclaman su dinero.
Y es que de manera por demás sospechosa en días pasados fueron retiradas por brigadas presuntamente armadas las lonas de denuncia pública colocadas por los empresarios huelguistas en distintos puntos de la capital chiapaneca; además de una supuesta bomba molotov arrojada por un vehículo en movimiento hacía el campamento de los manifestantes en el Parque Central durante la noche de este lunes. Todo lo anterior registrado en video por testigos.
Aunque por estrictas cuestiones de ética y legalidad es imposible atribuir los acontecimientos violentos, sí resultan preocupantes las estrechas coincidencias de tiempos y contextos que podrían vincular los hechos con el conflicto financiero ante las autoridades locales, específicamente con la Secretaría de Hacienda del estado de Chiapas que hoy resulta la más incómoda.
Lo cierto es que hoy son más proveedores (el doble) los que se han sumado a la huelga empresarial indefinida para exigir el pago de los servicios prestados. Se trata de una deuda que asciende ya a más de 260 millones de pesos y una morosidad con más de cuatro años de retraso que mantiene a varias empresas locales prácticamente en la quiebra.
Resulta evidente la inmunidad que se ejerce sobre el cargo público de Daniel Sandoval Jafif como subsecretario de Hacienda que, pese haber sido acusando en múltiples ocasiones por abuso de autoridad y diversas irregularidades, se mantiene inamovible en el puesto estratégico que actualmente ostenta en la administración de Velasco Coello.
No cabe duda que, a pesar del caos y la inestabilidad que hoy padece la entidad chiapaneca, las autoridades estatales están más entretenidas en asuntos que parecen más importantes para ellos, con todo y el polvorín en que se ha convertido Chiapas donde la situación amenaza a convertirse en un desastre aún mayor del que ya se vive.
