En Resumen… / Pascual Cruz Galdamez

Edil de Villaflores, Luis Pereyra, le gana a Cuauhtémoc Blanco…

Es por demás evidente el grave problema de ingobernabilidad que existe en Chiapas y que emana precisamente desde los mismos municipios por la incapacidad de sus autoridades para resolver los problemas que llegan hasta la capital del estado, donde los pueblerinos demandan una solución, pero, oh sorpresa, aquí también los funcionarios estatales y federales, carecen de los más mínimos y elementales conocimientos de la política, que nunca pueden resolver nada, sino por el contrario, complican más las cosas, al grado que hoy, Chiapas es un polvorín que de un momento a otro podría incendiarse. Sucede además que muchos alcaldes no son de la simpatía del gobernador Manuel Velasco, y por consecuencia del resto de los funcionarios del gabinete, y así pues menos que les resuelvan las broncas, por el contrario, se tornan más difíciles y hoy por hoy son decenas de municipios que enfrentan graves problemas y la gente hace de cuenta que no existen autoridades. Podríamos citar muchos ejemplos de ingobernabilidad, donde los presidentes municipales o alcaldesas son vistos como un cero a la izquierda, incluso hasta demandan su destitución, pero en este caso nos referimos a la ignorancia o desfachatez con que los ediles se conducen y que eso los ha llevado a ganarse el rechazo y la indiferencia de sus coterráneos, y, lo peor, no sólo se han ganado el desprecio social, sino que el pueblo se mofa de ellos, se burlan de sus errores y de ello dan cuenta los medios de comunicación, principalmente las redes sociales. Vale la pena mencionar que una gran parte de munícipes son improvisados, lanzados al ruedo por intereses propiamente ajenos, no de ellos, mucho menos de la colectividad, son esposos o esposas, hijos, amantes, etcétera de algunos interesados en mantener el poder y control político, y por qué no decirlos, varios de esos improvisados ni siquiera deseaban ser alcaldes, por ello las fatales consecuencias que están llevando a los lugares que gobiernan, o mejor dicho desgobiernan, al retraso social y el olvido. La ingobernabilidad hace que estos alcaldes prefieran andar de fiesta en fiesta, coronando reinas y haciéndose los chistosos, cargando imágenes del santo patrono de su pueblo; a ellos les gustaría que todos los días se celebrara un santo en su pueblo, para así no aburrirse, eso no es todo, lo peor viene cuando les toca hablar y comienzan a decir una sarta de tonterías de las cuales solamente ellos se ríen. Entre tantos ejemplos, el caso que más llama la atención es del edil de Vilaflores, Luis Fernando Pereyra López, quien a cada rato lo ventanean por las sandeces que suele cometer, este domingo, cometió la estupidez de anunciar al «Chapo Guzmán», en lugar de decir «Chapo de Sinaloa», uno de los artistas que participarán en el masivo de la feria que se celebra actualmente en aquel lugar, lo que al unísono se escucharon las risas burlonas y a mandíbula batiente de los presentes, antes, por su manera de comportarse y caer mal, el propio gobernador Velasco, en el evento de la Rial Academia tuvo que salir por piernas y se subió sin avisar a su vehículo avergonzado por la impopularidad del edil, al grado de que cuando el munícipe le estiró el brazo para despedirse, el mandatario ni siquiera lo volteó a ver y lo dejó con el brazo extendido, el presidente de color de piel serio se tornó blanco, vino, verde, azul, medio tartamudo y pelando los dientes se alejó de la camioneta seguro que el gobernador estaba muy molesto, de ello podrán dar cuenta, el secretario del campo, José Antonio Aguilar Bodegas, quien iba en el asiento del copiloto, o el Senador Zoé Robledo y el secretario de Planeación, Juan José Zepeda, quienes iban en el asiento trasero del vehículo que el propio gobernador conducía. Los yerros del alcalde villaflorense son el pan de todos los días, pero lo que más llama la atención es que a boca llena gusta de decir a cada rato que fue doña Lety Coello, la mamá del gobernador, quien lo impuso como presidente municipal, y eso, pues aunque no se descarta, tomando en consideración el partido político que lo postuló, no es bueno que ande por ahí enjaretando sus tonterías a la señora que quizá de buena voluntad lo amadrinó. ¿Será que quiere Luis Fernando Pereyra ganarle a Cuauhtémoc Blanco, alcalde de Cuernavaca, en cometer más burradas? (…) El caso del sexagenario asesinado en manos de unos presuntos extranjeros el pasado sábado en la capital chiapaneca, debe poner a pensar a las autoridades y regular de alguna manera la estadía de estas personas que a la fecha son cientos que pululan en los principales cruceros de Tuxtla en donde se la pasan pidiendo dinero. Otro factor que llama la atención es que en el lugar donde se dio el hecho delictivo es uno de los principales cruceros de la llamada zona dorada de la capital y es raro que no exista una cámara de seguridad tanto pública o privada de alguno de los establecimientos comerciales o de la institución bancaria que se encuentra precisamente en el crucero Ciro Farrera y bulevar Belisario Domínguez. Cada vez más ocurren este tipo de incidentes en la capital chiapaneca pero nadie dice esta boca es mía a la hora de deslindar responsabilidades tomando en cuenta que la seguridad pública es una obligación de las autoridades de la instancia que sea. El grado de descomposición social y fenómenos que ocurren derivados de esta disgregación que, al parecer, poco le importa al gobierno, están llevando a la ciudadanía a vivir en un estado de miedo y no tardará que Tuxtla sea declarada como el peor lugar para vivir. Algo debe hacer el gobierno del estado para apoyar a la autoridad municipal a redoblar las medidas de seguridad y reactivar mecanismos que sirvan para frenar a la delincuencia pero también fomentar programas para abatir el desempleo cuyas cifras son alarmantes.

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