En Resumen… / Pascual Cruz Galdamez

Severa crisis institucional en Chiapas…

Cuando en alguna ocasión Andrés Manuel López Obrador se refirió de una forma por demás grosera y despectiva a las instituciones en México con aquella frase de «al diablo con las instituciones», jamás nos hubiéramos imaginado que tenía toda la razón y el grado descomposición que el tabasqueño percibía desde aquel momento de las áreas de gobierno que sirven para administrar, controlar y sancionar las posibles desviaciones que en el marco del desempeño puedan cometer los funcionarios, empleados y servidores públicos, así como para regular la conducta de los gobernados frente a dichas instituciones. Descomposición que hoy en día se traducen en la más vil y descarada actuación de dichos servidores públicos y funcionarios, quienes más que servir al pueblo se sirven del puesto y hoy por hoy en México enfrentamos la más severa crisis institucional, en donde cada uno lleva agua a su molino y se roban hasta los mingitorios de los baños de los edificios a donde llegan a saquear todo el dinero que encuentran al grado que los demás empleados tienen que llevar su propio papel de baño, agua para tomar y ya ni se diga, material de oficina, entre lápices, hojas blancas, mucho menos tinta para las impresoras y mantenimiento a los equipos los cuales una vez que comienzan a fallar se quedan arrumbados y los pobres trabajadores tienen que salir corriendo a imprimir a un cibercafé o a otra oficina porque de lo contrario los «jefes» se molestan si el trabajo requerido no está a tiempo. Lo antes descrito es un signo inequívoco de esa descomposición y crisis en el gobierno, pero que no se queda ahí, sino que va mucho más allá pues al no contar con las herramientas necesarias para su funcionalidad, las áreas del gobierno que son de atención y servicios al público, generan un verdadero caos y un atraso que repercute directamente en la sociedad que ni por error deja de pagar sus impuestos. Y por si esto fuera poco, los órganos de control que tienen dentro de sus funciones principales las de reconvenir y sancionar a los servidores que no cumplen con sus funciones como debiera ser, es más desvían descaradamente los recursos públicos, los titulares de esos órganos de control, son más corruptos que ni mandados a hacer. En Chiapas tenemos varias muestras de ello, por ejemplo la corrupción y saqueo de las finanzas del erario son por demás evidente, pero nunca hemos escuchado o leído que la Secretaría de la Función Pública requiera o amoneste al secretario de hacienda por el despapaye que se trae con las finanzas, además de que nunca hemos sabido, ni por error, que el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado (OFSCE) requiera a algún funcionario de la Secretaría de Infraestructura, por el relajo en la obra pública, es más por el cúmulo de obras fantasmas que existen a los largo y ancho de la geografía chiapaneca. Al titular del OFSCE, Manuel Pulido López, se le ha hecho más fácil extorsionar a quienes traen de cabeza a las instituciones y exigirles dinero a cambio de corregirles la plana, que ejercer con responsabilidad su función de auditar y aplicar la ley en donde se requiera. Pero sin duda en el pecado habrán de llevar la penitencia y quienes ahora se mofan y han llevado a la catástrofe a Chiapas y a sus instituciones pronto habrán de ser alcanzados por la espada de la justicia y de ella no hay quien se libre (…) Hablando del rey de Roma; lo que vimos y vivimos en el caso del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana en Chiapas y los consejeros que fueron sometido al escrutinio del Instituto Nacional de Elecciones (INE), es prácticamente lo que corrobora lo arriba expuesto. Es increíble la manera como se ha ido degradando el servicio público y el solapamiento a las prácticas deshonestas de quienes tienen el deber de vigilar que las cosas se cumplan a toda cabalidad. Haberse guardado una sanción ejemplar sólo hace que la sociedad ratifique la putrefacción que existe al interior de este tipo de órganos que jamás podrán ser independientes ni mucho menos actuar con autonomía, pero que la desconfianza social en este tipo de órganos para las próximas elecciones, sin duda será máxima y lo que una vez más queda corroborado es que el sistema de partidos políticos, conjuntamente con todas las instancias habidas y por haber para vigilar el actuar de esos partidos, han quedado obsoletas, y no sólo del sentir ciudadano, sino del propio marco legal que los rige o deberían regirse, pues son los primeros que se encargan en pisotear su propia honra. Pero bueno, digamos que esto es lo último que le importa al sistema gubernamental, pues ya perdieron hasta la vergüenza y todo principio de orden que era lo último que les quedaba. Por lo pronto aquí en Chiapas, los consejeros del IEPC encabezados por su presidenta, Lourdes Morales, quedan como los más bandidos de la historia de ese órgano «autónomo» (… ) por hoy es todo, nos leemos en el próximo En Resumen…
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