Se intenta que puedan convivir los automóviles, ciclistas y peatones en un mismo lugar
Sandra de los Santos / Aquínoticias
El barrio San Roque no solo es el más antiguo del centro de Tuxtla Gutiérrez es también el sitio en donde confluyen negocios, casas-habitación, las paradas de los transportes colectivos, centros religiosos y escuelas. El sitio podría resultar un caos en ciertas horas, pero también es un lugar que se puede disfrutar.
En este lugar se puso en marcha un programa piloto para conocer cómo pueden convivir los automóviles, ciclistas y peatones en el mismo espacio, se llama «calles compartidas», además, se pintaron diferentes murales por parte del colectivo Tomate.
Alejandro Méndoza Castañeda, director del Instituto Ciudadano de Planeación Municipal (ICIPLAM) explicó en una entrevista que este proyecto se logró por un recurso internacional que lograron obtener mediante un proyecto con la Cooperación Alemana para el Desarrollo, la empresa Comex y la organización civil Tomate.
Este proyecto está encaminado a fomentar otras formas de movilidad más allá del automóvil. Tuxtla Gutiérrez es de las ciudades con mayor número de carros en comparación a las y los habitantes que viven en este lugar.
«Calles compartidas» fue una intervención temporal de muebles, que se colocaron en la vía pública en el barrio San Roque para que tanto peatones, automovilistas y ciclistas pudieran convivir.
Con la empresa Comex y el colectivo Tomate también se pintaron mil 200 metros de murales. Cabe destacar que de por sí las y los habitantes de ese barrio mediante su organización vecinal y artistas locales ya habían pintado otros espacios y continúan con ese proyecto por cuenta y recursos propios.
Esta intervención temporal permitirá crear un proyecto que se pueda replicar en otros barrios de la ciudad y se construyan espacios y calles no solo pensando en las y los automovilistas, sino también en el fomento de otro tipo de movilidad.
