Estres, del estimulo a la enfermedad

Aprende a reconocer las afectaciones que acarrea la sobreexposición a estas señales nerviosas y hormonales y cómo revertirlas

Lucero Natarén / Aquínoticias

Pese a que el estrés se ha convertido en una situación más común tanto por la pandemia como el confinamiento, esta alerta natural es infravalorada y más aún los efectos que esta puede tener en el cuerpo humano, los cuales, de acuerdo con el sitio especializado Mayo Clinic, son tangibles, pero también prevenibles y tratables.

Los médicos explican que el estrés es útil para el cuerpo humano como sistema de defensa ante situaciones de peligro. Estimula a las glándulas suprarrenales, ubicadas por encima de los riñones, libera una oleada de hormonas, entre ellas, la adrenalina y el cortisol.

La adrenalina aumenta la frecuencia cardiaca, eleva la presión arterial y aumenta los suministros de energía, mientras que el cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (glucosa) en el torrente sanguíneo, mejorando el uso de la glucosa en el cerebro y aumentando así la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.

Lo anterior podría interpretarse como benéfico, sin embargo, cuando los factores estresantes están siempre presentes, la sobreexposición al cortisol y otras hormonas, puede incrementar el riesgo de padecer problemas de salud, tales como:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Problemas digestivos
  • Dolores de cabeza
  • Cardiopatía
  • Problemas de sueño
  • Aumento de peso
  • Deterioro de la memoria y la concentración

Si bien los eventos que causan el estrés son parte de la vida, es posible tomar medidas para cambiar la forma en que estos afectan. A continuación, se enumeran algunas acciones recomendadas:

  • Consumir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente.
  • Practicar técnicas de relajación, como intentar hacer yoga, practicar respiración profunda, recibir un masaje o aprender a meditar.
  • Tomar un espacio para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música.
  • Fomentar amistades saludables.
  • Tener sentido del humor.
  • Voluntariado en su comunidad.
  • Buscar asesoramiento profesional cuando sea necesario.

Aprender a manejar el estrés puede brindar tranquilidad y quizás una vida más larga y saludable, indican especialistas.

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