El que ha perdido la cabeza es el diputado federal Luis Ignacio Avendaño que en los últimos días ha dejado correr el rumor en el sentido de que es tanta la confianza que le tiene el dueño en turno de Chiapas que en breve podría asumir la titularidad de la Secretaría de Gobierno y solicitar licencia al cargo que viene ostentando en el Congreso de la Unión, pero hasta sus más cercanos colaboradores se ríen de los comentarios del legislador que con una copita encima afirma que en breve asumirá en lugar de Juan Carlos Gómez Aranda la titularidad de la política interna de Chiapas e incluso no deja de orquestar zancadillas contra Mario Antonio Guillén Domínguez presidente Municipal de Comitán y presuntamente afirma que de llegar a la Secretaría de Gobierno le será más fácil atacar a su enemigo político a quien le tiene tirria por que ganó en el pasado proceso electoral la Alcaldía de Comitán y de inmediato ventiló todas las irregularidades que Luis Ignacio Avendaño dejó en el uso de recursos públicos y los desvíos injustificables del dinero del pueblo. Y en cuanto a sus aspiraciones de ser integrado al gabinete actual, mejor debería preocuparse por resaltar en su trabajo legislativo que andar buscando otras posiciones porque de esta manera, confirma que se ampara en la administración pública para salir bien librado del millonario desfalco que acumuló a su paso por la Alcaldía de Comitán lo cual es un argumento muy válido para que asuma un lugar pero en El Amate.
Otro funcionario que ha perdido la razón es el Alcalde de Jitotol, Ramón Zea que el jueves pasado fue víctima de la manifestación de inconformes de la comunidad El Rosario donde le exigen cumplimiento de obras del Copladem, pero movilizados por líderes de la Cioac; Miguel González y un asesor del Gobierno del Estado de nombre José Luis Abarca quien es dueño de una constructora y moviliza a los inconformes para que exijan el recurso en efectivo a fin de que él, como constructor termine realizando los trabajos que requieren las comunidades, es decir, propicia conflictos para su beneficio personal, pero con lo que no contaron es que el actual Edil; Ramón Zea se llenó de ira juntó a su gente los armó con machetes y hachas enfrentando a los de la comunidad El Rosario, que se tuvieron que replegar ante la actitud de la gente del Edil que con esta actitud está dando paso a que los campesinos se organicen y armados le reclamen las obras. Valdría la pena un llamado de atención al Edil, pero también a José Luis Abarca y a Miguel González Hernández que coludidos enfrentan a autoridades y campesinos por intereses económicos y personales, esperamos que el nuevo delegado de gobierno Omar Molina Zenteno haya informado esta situación lamentable y tome cartas de en asunto, que no solo cobre en todos los Ayuntamientos donde tiene injerencia, que también trabaje, de lo contrario la violencia podría traer consecuencias lamentables.
Con filo
Hace unos días el Procurador recorrió el centro de Tapachula, sin escoltas y aprovechó para volear sus zapatos, de inmediato fue criticado en redes sociales, pero la verdad hay que reconocerle al funcionario que se atreve a caminar solo las calles sin que le griten o le reclamen ya quisieran muchos exgobernadores, exalcaldes o los que están ahora mismo en funciones poder caminar solos y en calles muy transitadas sin que alguno se le acerque a decirles que están regando el tepache por decir lo menos. En fin Raciel López Salazar da muestra de que aun gozamos de ciertos parámetros de seguridad que permiten a los funcionarios de dependencias como la que él encabeza salir a las calles sin temor al igual que cualquier ciudadano.
