Galimatías / Ernesto Gómez Pananá

Tierra caliente

Tuxtla Gutiérrez es una ciudad caliente. Cada vez más caliente. Y no, no me refiero ni al clima electoral-pre-electoral de campañas que no son campaña. Tampoco me refiero a la antes soterrada presencia de la delincuencia organizada -aludo a narcotraficantes. No a políticos, hoy no-,  y en este tiempo cada vez más presentes en la ciudad. Me refiero explícitamente a cómo la capital chiapaneca pasó de ser una ciudad de clima cálido húmedo de los años sesentas del siglo pasado hacia atrás, a ser una ciudad muy calurosa y cada vez más en los últimos 40 años: en 1988, el 30 de abril, alcanzamos los 42.5 grados centígrados. Para el 9 de mayo de 2011 rompimos el récord. Llegamos a 43 grados centígrados. De hecho, ese día fuimos la ciudad con la temperatura mas alta en todo el país. Arriba de Mérida, Tapachula o Hermosillo. Un infierno (no obstante que ya desde entonces este presidente y los anteriores nos quieren mucho).

Este incremento de la temperatura en la ciudad tiene causas y efectos cuasi imperceptibles pero de alto impacto. Este último domingo de enero, que amaneció con clima fresco que se ha mantenido, quiero enumerar algunos de estos factores:

Antes de el 2010, ya no digamos el siglo pasado, en Tuxtla el aire acondicionado era cosa de casas de millonarios que lo usaban casi únicamente por las noches, de los bancos y algunos restaurantes. Igualmente los autos. Contados vehículos contaban con esta característica.

Por allá de 1989 se inauguró en la ciudad la primera plaza comercial de grandes dimensiones, Plaza Crystal-Chedraui. Paulatinamente y con el paso de los años, se instalaron en la ciudad grandes almacenes comerciales, Wal-Mart, SAM’s, Soriana, Home Depot. Además, los avances tecnológicos y la apertura económica provocó que los equipos de aire acondicionado doméstico resultaran más accesibles y masificaran su instalación en casas de estratos socioeconómicos ya no solo de alto nivel.

Y aquí estimados quince lectores aterrizo mi calurosa reflexión de domingo y les invito a hacer el ejercicio. Piense por un momento en el aparato de “acondicionador de clima” que le queda más cercano, puede ser la recámara, la sala, acaso el privado de su oficina. Ahora piense en a cuántos grados de “frescura” suele utilizarlo. El rango puede ser desde el 16 grados pingüino, hasta el 24 grados-paraquenomehagadaño.

Ahora por favor suba a su azotea o salga al patio donde tiene instalado el compresor de ese aparato y acerque la mano. Sienta la enorme fuente de calor que provoca la máquina para lograr el “frescor” adentro de su habitación. Ahora por favor haga un cálculo de su espacio en metros cuadrados o cúbicos. Una habitación de cuatro por cuatro por dos de alto. Pum! 32 metros cúbicos. Ahora imagine por un momento las dimensiones de cualquiera de los enormes centros comerciales climatizados que tenemos en la ciudad. Imagine ahora la cantidad de calor que sus aparatos de climatización irradian para lograr que sus visitantes caminemos a gusto y sin sufrir del calor cuando acudimos de compras. Todo ese calor es energía estimado lector, lectora y lectore, y atendiendo a las leyes más elementales de la física, la energía no se crea ni tampoco se pierde y, en el caso del calor que producen las máquinas de aire acondicionado, sube al cielo, a la atmósfera, y se suma al calor de todos los otros aparatos que generan calor al estar encendidos. Ahí una micro explicación que da sentido y explica el porqué Tuxtla es año con año una ciudad más calurosa, algo cada vez más parecido al infierno. Reitero que aludo únicamente al clima. La violencia es aparte.

“Pequeñas” alteraciones como estas a su vez generan impactos dominó tan significativos como que los árboles de Primavera que otrora floreaban en marzo -de ahí su nombre-, floreen cada vez más anticipadamente. El daño está hecho y es prácticamente irreversible. Somos una especie destructora y auto auto aniquilante.

Oximoronas 1. El Frente opositor muestra el cobre: Sus listas plurinominales carentes de sociedad civil y asegurando curules para su aparatchik: Alito, Manlio, Marko, Anaya, Zambrano. Gallina que come huevo.

Oximoronas 2. En Argentina Milei enfrenta su primera huelga obrera masiva. Trump avanza en las preliminares republicanas en EEUU. Bukele con altos niveles de aceptación y en pos de una nueva reelección. En el revuelto río global, es el tiempo de cosecha para los pescadores de la derecha populista. Se mira mal. Se pondrá peor.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *