Galimatias / Ernesto Gmez Panana

Monociclo

«¿Mamá y el profe podría ir a las olimpiadas?», pregunté. Me impresionaba su cadencia al nadar, observaba sus brazos, sus manos, su técnica para respirar. Su serenidad.

Al paso del tiempo, fui asimilando que ese hombre era todo pasión:

Había sido ciclista -casi olímpico en 68-, era también coach de atletismo, daba vida a jardín enorme detrás de su casa y curtía pieles de borrego; también contaba que tenía el grado de subteniente, coleccionaba pins en una gorra que me producía fascinación, tomaba fotos, hacia trucos de magia en los cumpleaños -casi le atravesó la cabeza a una de sus hijas con un cuchillo falso-, le encantaba el tango, jugaba cachibol con sus amigos, sabía saludar en muchísimos idiomas y lo mejor, lo más impresionante, era verlo manejar su monociclo!

Existen muchas metáforas de lo que es la vida. Verlo a él me hacía pensar que la vida es como montar un monociclo -cosa bastante más compleja que montar en bicicleta:

Hace falta un sentido del equilibrio gigantesco para no caer, para no tropezar, para no atropellar y para, al mismo tiempo, no dejar de avanzar.

Hace falta buena vista para identificar los peligros y las oportunidades y saber cómo vamos ara dónde girar o mantener el rumbo.

Hacen falta buena condición, constancia y resistencia. No cualquiera le entra al monociclo -ni a la vida- y vive y disfruta el viaje cada día durante 83 años.

Se requiere también un oído agudo para alertarse de peligros ni dejarse llevar por los cantos de sirenas, o para escuchar el balazo de salida y lanzarse al agua con hambre de victoria.

Hace un par de días, el primero de octubre, inició la ruta para convertirse en memoria. Será un recorrido largo porque habrá de llegar al corazón de todas las generaciones a quienes nos contagió de su vitalidad y su luz.

Allá lo miro a lo lejos profe. De pants azul, gorra roja. Silbato en el cuello. Sonriendo. Montando el monociclo con los brazos extendidos como alas, como abrazándonos.

Oximoronas. En el cielo ya se anuncia un próximo torneo. La porra se está preparando: Irma, Maco, el doctor Gilberto, doña Cristina y el señor Gutiérrez, don Ramiro . Los papás de Chusito ya se apuntaron para llevar la botana. También los papás de Laurita y el papá de Pepe Toño.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *