Intersticios / Sandra de los Santos

El grito que no se está escuchando en Tuxtla

[dropcap]E[/dropcap]n la última semana de julio en Tuxtla Gutiérrez se dieron dos marchas en contra de la inseguridad. La preocupación de la ciudadanía no es para menos, se cometieron asesinatos en lugares y situaciones que en otros tiempos resultarían impensables.
Los robos a transeúntes y a casas habitación han incrementado de forma exponencial, no se trata solo de la percepción ciudadana, si no que las propias cifras oficiales corroboran esto. En Tuxtla del periodo abril a junio del 2019 incrementó la tasa de robo a casa habitación en un 83.59 por ciento en comparación del mismo periodo el año pasado. En el robo a transeúnte fue en un 79.85 por ciento de acuerdo a datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Lo más preocupante es que la mayoría de estos delitos se están cometiendo con violencia.
Desde la pasada administración municipal, el Observatorio Ciudadano Chiapas (OCCH) ha advertido a las autoridades del incremento sostenido de los índices de violencia en la capital del estado. No es que la delincuencia se haya puesto de acuerdo un día o una semana y haya salido a la calle a espantar a la ciudadanía como parte de un plan siniestro para derrocar el actual gobierno de Carlos Morales Vásquez. Lo que sucede es que el tema de la inseguridad no fue ni está siendo atendido de manera integral. Ni sus efectos, ni sus causas.
Es cierto que en Chiapas, como estado, es más seguro –al menos en las cifras-, pero Tuxtla Gutiérrez desde hace unos años tiene una incidencia delictiva distinta. Sus cifras en cuanto incidencia delictiva superan a la media nacional y es algo que se ha venido advirtiendo.
No hemos visto políticas públicas claras y efectivas para atender las causas de la inseguridad en la capital, programas integrales que atiendan la prevención del delito y fomenten la cultura de la legalidad. No se ve la toma de decisiones a partir del análisis de toda la información con la que cuenta el municipio (ignoro si la tienes sistematizada) sobre la incidencia delictiva en la ciudad.
El incremento de patrullas y policías ayudan a inhibir el delito, pero si solo se mandan más elementos policíacos muchas veces sin capacitación sin que exista todo un programa integral para atender el problema de la violencia y la inseguridad en la ciudad, esta acción solo sirve para tomarse la fotografía y exista la percepción –hasta eso de parte de las autoridades y no de la ciudadanía- de atender la problemática. Pero, en las calles todo irá empeorando.

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