El candidato a diputado federal por el PRI-Verde sostuvo que su familia se dedica al negocio de gasolineras desde hace 17 años y en el tiempo que fungió como secretario del ayuntamiento de Tuxtla no autorizó ni un permiso para un negocio de esta naturaleza; «es más, ni el ayuntamiento tiene facultad para ello»
Redacción
[dropcap]D[/dropcap]esde el inicio de la campaña electoral en busca de la diputación federal por el distrito IX con cabecera en Tuxtla Gutiérrez, Emilio Salazar Farías, candidato de la fórmula PRI-Verde, aclaró los señalamientos sobre si siendo secretario del ayuntamiento se autorizó cuatro permisos para la construcción de gasolineras.
Dijo que efectivamente aceptó la invitación del entonces presidente Seth Yassir Vázquez a ser el encargado del control interno de la política, nombramiento que fue ratificado por todos los miembros del Cabildo, y lo aceptó, dijo, porque es un tuxtleco que siempre ha querido servir a su ciudad.
«Es una pregunta que siempre me hacen. Mi familia ha sido gasolinera desde hace 16 o 17 años. ¿Tengo una gasolinera? La tengo. ¿Mis hermanos tienen gasolineras? Las tienen. Yo no autoricé como secretario ni una sola gasolinera. Ni siquiera las autoriza el ayuntamiento.»
Detalló que la función del ayuntamiento se limita a autorizar el uso de suelo, pues la dependencia encargada de autorizar gasolineras se llama Petróleos Mexicanos y lo hace en función de cubrirse una serie de requisitos.
«Si Pemex autoriza o no, nada tiene que ver el ayuntamiento. Es un negocio como cualquier otro, pero con especificaciones muy estrictas y en ese sentido estoy en plena libertad de dedicarme a lo que yo considere válido, siempre y cuando sean productos lícitos, productos de mi trabajo de toda la vida.»
Finalmente, Salazar Farías rechazó categóricamente haber traficado con influencias como algunos adversarios políticos quieren hacer creer a la ciudadanía, y sostuvo que con la única influencia que ha traficado es con la amistad.
