La Casa del Jabonero / Enrique Romero

«Cría cuervos y te sacarán los ojos»

Por segundo día, y bastante más menguado en número, continua el bloqueo de transportistas al Palacio municipal de Palenque.
Hay manipulación y desinformación a los transportistas por parte de su líder Alejandro Ireta, quien fuera secretario general del sitio Maya Pakal, pero también hay una maniobra soterrada para dañar a Carlos Morelos en su imagen.
Para empezar no es cierto que no haya habido atención al grupo manifestante y que por eso iniciaron el bloqueo.
Morelos se reunió con ellos desde el domingo y el secretario del transporte aceptó verlos el lunes. Sin embargo se fueron al bloqueo del Palacio municipal.
Tampoco es cierto que ya estén definidas las nuevas concesiones; existe sí, una propuesta del actual dirigente, Pepe Abreu, pero eso no significa que ya sea algo aprobado por la Secretaria del Transporte o que el edil tenga injerencia en ello, pues el reciente convenio firmado entre el ayuntamiento y esa Secretaría no le da esas facultades.
Abreu sostiene que los propuestos son choferes con más de 20 años de antigüedad (mismos de los que carecen los hijos de Ireta que ya fueron beneficiados) y que les asiste el derecho.
Ireta llegó al ayuntamiento con un pliego de «acuerdos» que pretendía firmara Morelos, sin que hubiesen surgido de diálogo entre las partes, incluso, sin que el edil tuviese Facultad para algunos de ellos. Quiso hacerle «manita de puerco». No lo logró.
Metió en el mismo paquete, con engaños y falsas promesas a otros transportistas (volqueteros, combis y camiones de carga). Muchos de ellos ya se desengañaron y se retiraron del plantón, que por otra parte, jamás fue mayoritario.
Así que en resumen, el movimiento obedece realmente a dos causas: la desesperación de Ireta por sacar adelante las concesiones de choferes que ya le pagaron muchos miles de pesos por ellas, cuando fungía como dirigente del Maya Pakal, y que de no lograrlo se le irían a la yugular, porque el billete ya se lo gastó.
Y segunda, el oportunismo maquiavélico de Alfredo Cruz Guzmán (la mano que mece la cuna) para generarle un movimiento que empañe la imagen de quien le ganó la presidencia municipal las elecciones pasadas.
Los líderes de los plantonistas han tenido reuniones en lo oscurito con el ahora delegado de la Secretaria del campo. Las acciones no se enfocan contra la Secretaria del transporte, quien finalmente es la que decide, sino contra Morelos. La subsecretaría de gobierno, que dirige una aliada del político chol, no fueron bloqueadas, a pesar que es la instancia para resolver los problemas con el gobierno estatal, cuando el transporte lo es.
El movimiento lleva la marca y sello de Cruz Guzmán, aunque lo encabece Ireta, quien fue su colaborador y sigue siendo de su grupo político.
El Estado ya tiene muchos conflictos reales, para que todavía le armen otros artificiales. Peor aún orquestados por un colaborador del Gobierno de Manuel Velasco, que no se resigna a que le hayan ganado en buena los y que ve en Morelos un contrincante fuerte para el 2018. Pero, ¿Dónde está su lealtad para con Velasco y Eduardo Ramírez?
Se confirma el refrán: «Cría cuervos y te sacarán los ojos».

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