La Red Voz Pro Salud Mental alerta sobre cómo el cambio en la rutina puede afectar la salud, además de generar otros padecimientos
Lucero Natarén / Aquínoticias
Con la actual crisis sanitaria, vino el aislamiento, el cual cambió la forma en que se vive. Los adultos dejaron de ir a sus oficinas y las niñas, niños y jóvenes dejaron de ir a sus escuelas, tal perturbación en el ritmo de vida ha traído como consecuencias insomnio, y pesadillas, además de alteraciones en el estado de ánimo, así lo dio a conocer la Red Voz Pro Salud Mental CDMX.
El estudio realizado por la Asociación de Neuropediatría española y Brenner Children´s Hospital reveló que, uno de cada tres niños experimenta ansiedad y trastornos en el sueño derivado de la cuarentena.
Por otro lado, la doctora Diedre Barrett de la Universidad de Harvard, estudió que las y los niños han reportado dos tipos de malos sueños o pesadillas, uno de forma directa en que sus papás o algún ser querido se contagia (esto se registra más en los niños con padres que trabajan en el sector salud), y con símbolos o representaciones, como por ejemplo el verse con lodo que va subiendo por su cuerpo, sin podérselo quitar y contagiando a otros.
Ante estas afectaciones, y considerando que la infancia de todo el país pueden estar presentando estas alteraciones de sueño, la Red Voz Pro Salud hace las siguientes recomendaciones:
- Definir horarios regulares, con énfasis a la hora de dormir y despertar
- Escuchar con atención y expresar empatía. Si el menor registra una pesadilla, es importante explicarle que se trata de un mal sueño que no tiene por qué hacerse realidad y que están tomando todas las medidas necesarias para estar seguros.
- Mantener sus mentes activas. El invitarlos a investigar sobre un tema que pueda interesarles de cultura, animales, ciencia, historia, etcétera, puede contribuir a un mejor estado de ánimo.
- Es vital que las madres y padres realicen actividades físicas con sus menores. Juegos y bailar pueden ser la mejor opción.
- Implementar una caja de «sueños malos» donde las niñas y niños puedan depositarlos y olvidarse de ellos.
- Por la noche, antes de dormir, pueden practicar ejercicios de respiración profunda.
- Evitar el uso de algún dispositivo, dos horas antes de dormir.
- Escuchar música clásica y hablarles con amor y seguridad será reconfortante para ellas y ellos.
La Red agregó que de sentir la necesidad de ayuda profesional, no hay que dejar de buscarla. Es muy importante la prevención para evitar un trastorno en el futuro.
