La Esquina Rota / Francisco Félix Durán

Si eres un Bebé Reno, denuncia

¿Es posible sentir empatía por un villano? Quizás si se entienden las razones o vivimos una situación similar pudiéramos comprenderlo y hasta conmovernos, porque en realidad nadie nace bueno o malo, es el entorno el que nos brinda los elementos para ser y actuar de acuerdo con nuestras necesidades e instintos.

Saco esto a colación por la serie Bebé Reno, escrita, dirigida, producida y protagonizada por Richard Gadd, quien nos cuenta una historia de acoso que sufrió en la vida real y todo surge de una acción de conmiseración, en donde la soledad y la dependencia emocional juegan papeles muy importantes.

En ese contexto, Donny Dunn es un intento fallido de comediante que, al tener un buen gesto con Martha, ella comienza a acosarlo y esto duró cinco años, tiempo en el que recibió más de 41 mil correos electrónicos, 744 tuits, 350 horas de mensajes de voz, 106 cartas y 46 mensajes de Facebook.

Lo más revelador de la serie, es que se desarrolla de tal manera que desde el inicio podemos ir analizando el comportamiento de Martha y de manera inversa, vamos descubriendo el actuar de Donny Dunn, recordemos que cuando una persona es abusada podría repetir el mismo patrón o menospreciarse a sí misma.

Así que más allá de tratarse del acoso, nos permite entender por qué en ocasiones muchas personas toleran este tipo de situaciones peligrosas, así como también comprender por qué existen personas que llevan a cabo estas acciones delictivas y por qué algunas romantizan ideales.

Durante el desarrollo de la serie podemos percatarnos de como un abuso sexual puede cambiar la vida de cualquiera por completo, llevarlo a menospreciarse, auto boicotear sus relaciones y así mismo, además de lo difícil que es enfrentar al agresor y no en el sentido de agredirlo o vengarse, sino en el de confrontar, perdonar y atender todo lo que este ocasionó para salir del círculo vicioso.

Por otra parte, entendemos que crecer en un hogar con violencia intrafamiliar puede generar muchos traumas que evidentemente traerán consecuencias a nuestra vida adulta, algunos pueden actuar como el abuso mencionado en el párrafo anterior, otros podrían repetir el mismo patrón y algunos romantizar el menor gesto de afecto.

Finalmente, aunque uno podría entender o sentir empatía por el agresor al conocer la vida que lo llevó a ser así, no olvidemos que cualquier tipo de abuso debe ser denunciado y sancionado. No debemos permitir ningún tipo de violencia y mucho menos justificarla.

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