La guerra de guerrillas del presidente López Obrador / Mauricio Sosa Lievano

La estrategia requiere pensamiento, las tácticas requieren observación.

  • Max Euwe.

La táctica y la estrategia son dos acciones que, en conjunto, propician resultados en cualquier disputa o enfrentamiento por celebrarse, ya sea entre individuos o en grandes masas, como lo son el caso de los ejércitos que representan naciones o grupos organizados de combate que representan causas o intereses.

Para poder abordar este análisis personal, es importante que tengamos conocimiento de un concepto poco común pero muy habitual en acontecimientos bélicos y revolucionarios a escala internacional: la Guerra de Guerrillas; que encuentra su naturaleza en ser un conflicto en el que pequeños grupos armados actúan con el objetivo de desestabilizar y desgastar al enemigo para vencerlo. También es un tipo de conflicto asimétrico, entre pequeños grupos armados y ejércitos más numerosos.

En los tiempos del presidente Benito Juárez, en 1862 para ser más precisos, nuestro país sufrió una invasión por 3 naciones simultáneamente: España, Inglaterra y Francia; el motivo era fundamentalmente de carácter económico, el cobro de “deudas” irrisorias comparadas con el gasto que invertían en la campaña de intervención, sin embargo, por el buen talante político de quienes encabezaban la República en esos momentos, se pudo desactivar de manera diplomática el bloque tripartita de naciones, dejando al descubierto el verdadero interés de los franceses de establecer en México un imperio en alianza con los conservadores locales que sirviera como tapón al desarrollo desmesurado que fortalecía a Estados Unidos.

Dicha intervención, mantuvo al país segregado y librando batallas en todo el territorio, disputándose el poder de dos tipos de gobierno, la República de Juárez y el Imperio de Maximiliano, saliendo triunfante el primero en mención, a raíz de una estrategia patriótica de Guerra de Guerrillas implementada por los liberales; sin embargo, dentro de los diferentes frentes disputados por el Gobierno de Juárez, tenía que sumarse la aguda situación de pobreza extrema que prevalecía en la población, la escaza infraestructura que obstaculizaba algún tipo de desarrollo, sumando a esto que, dentro de las filas de los liberales se comenzaban a presentar conflictos políticos por diferencias en la visión de los proyectos de nación que querían para el país.

Ahora bien, durante los tiempos de la Revolución Mexicana, nuestro país nuevamente se sacudía con los diferentes movimientos de guerrillas en contra de un sistema político implementado por Porfirio Diaz, en el que se acrecentaba una brecha de desigualdad social y asfixiaba en el tema económico a quienes menos tenían; diferentes caudillos lucharon nuevamente, en grandes y memorables batallas, con la finalidad de alcanzar un México democrático, que priorizara a quienes históricamente habían sido marginados y condenados a la ignorancia y la pobreza; y fue precisamente mediante las armas, en una histórica batalla en Zacatecas, donde la División del Norte encabezada por Villa y Felipe Ángeles, lograban dar la estocada final a Victoriano Huerta y a un régimen que servía a intereses privados internacionales; nuevamente, fue la estrategia de resistencia mediante la Guerra de Guerrillas que permitió un debilitamiento constante de las fuerzas federales en consecuencia de la revolucionaria.

En la actualidad, con un gobierno llegado al poder por la vía del voto popular, de manera libre, democrática y pacífica, sin conflictos bélicos ni intervenciones internacionales, sino lo contrario, con pleno gozo en el respeto a nuestra autonomía y soberanía como nación, son otras las batallas que libra desde hace poco más de 4 años el gobierno del presidente López Obrador; se podría generar una lista grande pero vamos a mencionar las más relevantes sin menospreciar una con otra: el combate al huachicoleo, problema que golpeaba fuertemente a la economía, causando un detrimento anual aproximado de entre 15 y 20 mil millones de pesos, fue atendido como tema prioritario, y aunque en un primer momento, se llegó a tener en contra a un sector grande de la ciudadanía por la escasez de hidrocarburos que propició el tener un mayor control, fueron mucho mayores los beneficios que esto generó cuando se logró estabilizar el problema.

La otra gran batalla fue con las empresas farmacéuticas y su millonario negocio, la cual consistió en combatir una red a gran escala, donde ellos imponían precios, cantidades y proveedores a las instituciones de salud, sin la posibilidad de dar oportunidad al libre comercio, o a quien diera mejores precios con mayor calidad, logrando con esto, un fuerte monopolio en la industria farmacéutica nacional. Solamente con estas dos situaciones mencionadas, los millonarios ahorros que implicaba el tener un mayor control, abonaban los recursos necesarios al Gobierno Federal para acrecentar los apoyos mediante programas federales de bienestar, dotando de lo indispensable a millones de mexicanas y mexicanos.

Para concluir, apenas la semana pasada se abrió un nuevo frente con los famosos libros de texto escolares, y sin exagerar, me parece que es uno de los pilares fundamentales de este nuevo régimen de la 4ta Transformación; el tema educativo es una asignatura pendiente por el poco avance que se ha tenido por décadas en México, y es que bien sabemos, en los tiempos del neoliberalismo se apostó a privatizar la educación en menoscabo de la educación pública como derecho fundamental; hoy por hoy, se trata de implementar un nuevo enfoque en las próximas generaciones mediante la Nueva Escuela Mexicana, donde la visión central sea lo colectivo y no lo individual, sembrando la semilla de un crecimiento con sentido social y no de niñas y niños o jóvenes que aspiren a lo superfluo sin causar algún impacto de mejora en nuestro tan golpeado tejido social, sin embargo, la resistencia de las editoriales que durante años les fueron otorgadas millonarias ganancias y que hoy ya no corresponden a dicho beneficio, aunado al sector conservador de la sociedad que defiende a ultranza el plano ideológico, hacen que nuevamente la maquinaria del estado aplique su respaldo popular y político para imponer su condición dominante mediante la razón.

Esas y más son las batallas libradas, esas y más serán las batallas que tendrá que librar quien aspire a conducir las riendas de nuestro país en el próximo escenario político, aplicando una estrategia de guerra de guerrillas moderna contra quienes luchen por mantener el estado de privilegios y corrupción, y aunque no será una tarea nada sencilla, es ahí donde entrará esta nueva sociedad organizada y politizada que abonará en la consolidación de esta nueva realidad, esta realidad que hoy llamamos 4ta Transformación.

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