La importancia de tratarlas: enfermedades mentales frenan potencial académico y laboral

Encuestas reportaron que 27 por ciento de los jóvenes mexicanos presentó algún trastorno mental, por lo menos una vez en su vida

Lucero Natarén / Aquínoticias

Las enfermedades mentales no solo son reales, sino también activamente limitantes para el desarrollo de las potencialidades, de acuerdo con María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, por lo que es necesario pedir ayuda si se llegan a padecer.

La especialista agregó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ha calculado que se pierde un 4 por ciento del Producto Interno Bruto mundial por estos padecimientos, pues los estragos en la productividad son altos, incluso causan mayor discapacidad que cualquiera de tipo crónica, cardiovascular o cáncer.

En el caso del trabajo, explicó, existe un factor llamado presencialismo: “estás deprimido, puedes ir a trabajar, pero no produces”, mientras que en la vida estudiantil, los adolescentes que enfrentan depresión tienen el riesgo de no terminar el bachillerato y, por ende, tampoco ingresar a la universidad, lo que afecta permanente su vida.

De hecho, de acuerdo con encuestas de psicopatología y autolesiones en alumnos de nuevo ingreso de universidades mexicanas antes de la pandemia por el COVID-19 (2019) reportaron que 27 por ciento de los jóvenes presentó algún trastorno mental.

La investigación indicó que en el caso de las y los estudiantes universitarios mexicanos, un 0.7 por ciento indicó sufrir depresión (7.2 por ciento hombres y 4.3 por ciento mujeres); 10.4 por ciento, ansiedad (6.6 por ciento hombres y 14.4 mujeres); y 12.2 por ciento reportó tener pensamientos o acciones suicidas (14.3 por ciento hombres y 15.9 por ciento mujeres).

Al respecto, el psicólogo comentó: “nuestro país se encuentra en la media de las prevalencias, pero la gran proporción está en personas que necesitan ayuda y no la reciben porque no la saben pedir; hay estigma y falta de información a dónde acudir, y no necesariamente la puerta que tocamos es lo que necesitamos”.

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