La luna roja y el sonido de los tambores

Foto: Fernando Grajales / Aquí­noticias

Desde la época prehispánica los eclipses están asociados a cataclismos

Sandra de los Santos / Aquínoticias

Me tocó ver el eclipse con alguien que asocia este fenómeno con la catástrofe. Me contó que en su pueblo hacían tocar los tambores a las niñas para darle fuerza a la luna y así el sol no le ganara porque si eso pasaba se acababa el mundo. Después le bajó un poco a la intensidad al apocalipsis y me dijo que al terminar el eclipse iba a temblar. En su mente no había forma que este espectáculo maravilloso no terminara en tragedia.

No es casualidad que mi acompañante pensara eso, desde la época prehispánica se asociaban los eclipses con eventos catastróficos. Diferentes culturas mesoamericanas pensaban que los eclipses eran un enfrentamiento entre la luna y el sol, inclusive, temían que no volvieran a ver la luz del sol.

Foto: Fernando Grajales / Aquínoticias
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Foto: Fernando Grajales / Aquínoticas.
Foto: Fernando Grajales / Aquínoticias

En diferentes lugares de Chiapas aún se acostumbra que niños y niñas toquen tambores, cubetas o trastes para motivar a la luna en su enfrentamiento con el sol.

El eclipse lo que dejó fue una hermosa luna roja y el vibrar del ruido que hicieron las y los niños con sus tambores. Ni un cataclismo sucedió, solo un espectáculo que volveremos a ver hasta el 14 de marzo del 2025.

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