Consumado está el capricho charro de Manuel Velasco
Y pese a la inconformidad social, los señalamientos sobre caprichos millonarios y la falta de transparencia en el manejo del presupuesto para la ejecución del proyecto, finalmente este miércoles fue inaugurado el lienzo charro de Tuxtla Gutiérrez como un inmueble al que se ha querido disfrazar de «foro multiusos» para justificar su construcción innecesaria, en un estado como Chiapas donde la charrería es un lujo de muy pocos.
El denominado «capricho millonario de Manuel Velasco» ha sido tema de controversia desde hace un año, cuando se hizo pública la designación de la entidad chiapaneca como sede del LXXII Congreso y Campeonato Nacional Charro, gracias a los costosos ofrecimientos y compromisos hechos por el Gobierno de Chiapas para traer ese evento por primera vez al sureste mexicano.
Y es que el derroche económico para hacer posible el primer campeonato nacional de charrería en Chiapas no es un asunto fortuito. Se trata de la práctica «deportiva» favorita del actual gobernador chiapaneco, su familia y sus más allegados. Por eso la insistencia despilfarradora para traer tan costosa fiesta nacional de elite a una entidad que ni siquiera figura entre las 20 entidades del país con mayor práctica charra.
Para recordar un poco. El año pasado, con tal de arrebatar la sede del campeonato nacional a estados de gran tradición charra, Chiapas desembolsó como garantía una fianza de más de 17 millones de pesos, además de una serie de compromisos que como mínimo significan para la entidad otros 100 millones de pesos adicionales.
Entre los compromisos para la organización del primer campeonato nacional de charrería en el sureste del país, donde por cierto se contempla la participación del mismísimo gobernador de Chiapas y varios de sus amigos, destacó la construcción del nuevo lienzo charro que se supone tendría capacidad de entre siete y ocho mil personas cómodamente sentadas.
Según las promesas del comité organizador, el nuevo lienzo de Tuxtla Gutiérrez tendría dimensiones similares a las del «Auditorio la Gente», que se erigió en Tepic para el congreso de charrería 2013 con un costo de más de 160 millones de pesos. Sin embargo, el inmueble estrenado este miércoles en Tuxtla terminó distando mucho del auditorio nayarita y del propio proyecto original propuesto por la Secretaría de Infraestructura.
A lo anterior se suman los 25 mil pesos que Chiapas ha pagado para la transportación de cada uno de los 230 equipos procedentes del interior de México y 40 mil pesos a los equipos originarios de los Estados Unidos. Sin olvidar las tres habitaciones dobles para cada equipo participante, además de los gastos para presentación de cantantes como Julión Álvarez, Banda MS y Alejandro Fernández, programados para amenizar la fiesta.
El ahora denominado «Foro Chiapas», que tiene todas las características estructurales de un lienzo charro, no distó mucho de las otras tantas obras de relumbrón que nada tienen que ver con lo que prometió en el proyecto. Los resultados finales dejaron mucho qué desear en cuestión de estética y condiciones para operar como un auditorio de espectáculos con las condiciones mínimas de seguridad y funcionalidad.
A más de 24 horas de la inauguración del campeonato nacional, las especulaciones sobre la gran afluencia turísticas y las calles de Tuxtla repletas de turistas terminaron convirtiéndose promesas exageradas, pese a los boletines triunfalistas que hoy ocupaciones hoteleras del cien por ciento y una derrama económica de hasta 300 millones de pesos que honestamente muy pocos creen.
El derroche de un capricho personal está hecho y la factura está sellada. No importaron aquí las nutridas voces de inconformidad y los escándalos mediáticos en contra del evento y la construcción de un lienzo charro que para su gran inauguración necesitó del acarreo masivo de miles de burócratas a quienes no les quedó de otra que llenar la fiesta personal del actual mandatario estatal.
