En la Mira / Hector Estrada

En marcha estrategia fragmentaria contra la CNTE

El nuevo mecanismo de negociación y operación política entre el Gobierno del Estado y la insurgencia magisterial en Chiapas está ya en marcha. Así lo ha dejado evidenciado la drástica reducción de los bloqueos carreteros en la entidad y el inicio de las confrontaciones al interior de los grupos disidentes que integran la lucha magisterial.
Esta vez la apuesta de del gobierno estatal para debilitar al movimiento, ahora teniendo como alfil a Roberto Domínguez Castellanos, parece que no será mediante confrontaciones intimidatorias en las calles o las carreteras. El «trabajo sucio» apunta a realizarse ahora desde las entrañas, donde el bloque disidente ha mostrado ya tener sus mayores debilidades.
La estrategia de Domínguez Castellanos se enfila a buscar la fragmentación interna bajo negociaciones que incentiven esos intereses antagónicos que, en otras tantas insurgencias, han terminado por desboronar las alianzas que antes fortalecieron a esos mismos movimientos sociales.
La nueva estrategia política de la Secretaría de Educación en Chiapas hoy ya es perceptible en el ánimo interno de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), donde las traiciones de algunos aliados comienzan a hacerse patentes. Con confrontaciones internas violentas que no se habían registrado durante los últimos meses.
Las negociaciones divididas con algunos grupos dentro del movimiento contra la reforma educativa en la entidad chiapaneca han comenzado y con ello los desacuerdos en las formas de manifestación o presión social. Ahí los aliados ocultos del gobierno dentro la disidencia tendrán un papel preponderante para el proyecto desarticulador.
Por eso no deberá extrañar el inicio de pronunciamientos públicos por desacuerdos entre los grupos. Aún hay un importante sector (el mayoritario) que insiste en mantener las mismas estrategias de presión gubernamental y una negativa tajante a doblegar las causas ante las autoridades educativas. Pero ahora ya tienen antagonistas en casa.
Ahí es donde los líderes del movimiento magisterial deberán demostrar su capacidad intelectual para enfrentar un nuevo embate gubernamental desde las entrañas. Las formas de Domínguez Castellanos para abordar conflictos son muy distintas a las de Sonia Rincón. Aquí el sigilo y la fragmentación silenciosa seguramente no tendrán nada que ver con la confrontación visceral antes mostrada.
Una nueva fecha fatal ha comenzado su cuenta regresiva, pues el regreso a clases está a la vuelta de la esquina. Esa ha sido la primera encomienda asignada a Roberto Domínguez y deberá cumplirla de la forma que sea. El inicio del siguiente ciclo escolar tendrá que darse en Chiapas durante los siguientes dos meses aunque tenga que ser a medias.
La CNTE está frente al nuevo reto de evitar que el movimiento nuevamente termine vencido por el divisionismo y el privilegio de los intereses de grupo. Deberá actuar con mayor inteligencia y astucia que los enemigos gubernamentales, señalando y deslindándose de los traidores ya que, de lo contrario, corre el riesgo de convertirse en otro gran fracaso desilusionante del sector magisterial en Chiapas.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *