De cada 96 niñas y niños que ingresan a la primaria únicamente 27 terminan una carrera universitaria y sólo uno concluye una carrera técnica. De los 35 países miembros de la OCDE, México es el último en cuanto al porcentaje de jóvenes inscritos en educación superior. Esta realidad nos da cuenta de las consecuencias que tiene para el mercado laboral contar con escaso personal debidamente preparado para los nuevos desafíos.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha publicado la décima edición de “Compara Carreras” un informe que examina el estado del sistema educativo en el país y la inserción de estudiantes en empleos en el sector privado. Entre los hallazgos identifica que las y los jóvenes están estudiando las mismas carreras que hace diez años sin optar por las nuevas tendencias y habilidades que son requeridas por el nuevo entorno económico.
Las cinco carreras más socorridas siguen siendo Administración de Empresas, Ingeniería Industrial, Derecho, Negocios-Comercio y Enfermería que en su mayoría son cursadas por mujeres. Un 75% de las empresas en México tienen dificultades para encontrar personal adecuado, lo que impacta en la productividad, el crecimiento económico, la competitividad y en el nivel salarial de quienes se encuentran trabajando.
Las empresas globales requieren talento para el desarrollo de software, aplicaciones digitales, análisis de datos y más recientemente inteligencia artificial y ciberseguridad. Las carreras que son compatibles con esas necesidades son las ingenierías y las matemáticas, disciplinas que además de las ciencias y la estadística son las que tienen los sueldos mejor pagados si se completa con dominio del inglés.
Entre las carreras con el ingreso promedio mensual más bajo están las de formación docente para preescolar, orientación educativa, trabajo social y pedagogía que según el IMCO, son las que cuentan con el mayor porcentaje de mujeres en nuevo ingreso.
En coincidencia con los datos descritos, esta semana la Organización Mundial de Comercio publicó el más reciente informe sobre comercio mundial; señala que si bien tiene beneficios para amplios sectores, su apertura puede perjudicar a algunos de ellos. Las personas con ingresos más bajos, los trabajadores con menos competencias y algunas mujeres suelen ser las más vulnerables a las complicaciones del mercado laboral como consecuencia de la apertura del comercio.
Tomando en cuenta lo anterior, la propia OMC ha creado un grupo de trabajo informal sobre género para aprovechar las oportunidades de la economía digital y el comercio internacional reconociendo que algunas mujeres, personas de hogares de ingreso bajo y trabajadoras sin la formación adecuada, pueden tener dificultades para laborar en las industrias formales en expansión y en las empresas globales orientadas a la economía digital.
El diagnóstico está ahí y debe llamarnos a la acción. Para que el nearshoring pueda tener éxito se requiere un cambio urgente en el modelo de educación superior, creando las condiciones necesarias para evitar la deserción escolar desde la niñez.
Si no se forma el talento que exige ahora mismo el mercado de trabajo, no habrá progreso ni desarrollo económico en el país. El impuso a las carreras STEM y el aprendizaje del idioma inglés, particularmente entre las niñas, puede ser un buen comienzo.