Este lunes 2 de mayo, desde el histórico horno #3 del Parque Fundidora en Monterrey, Nuevo León, presentamos el programa Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA). Una amplia convocatoria nacional para que juntos, entre todos y todas, construyamos una nueva cultura de prevención de accidentes y promoción de la salud en los centros de trabajo.
¿Por qué este lunes? Porque el domingo fue el Día del Trabajo, la semana pasada la Semana de la Seguridad Social y el 28 de abril el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
¿Por qué en Monterrey? Por ser el principal epicentro industrial, comercial y económico del Norte del país. Cuna de las principales empresas nacionales e internacionales de México.
¿Por qué con todos y todas? Porque como dice el presidente López Obrador, si juntos enfrentamos la pandemia, juntos debemos enfrentar lo que sigue. La nueva normalidad laboral la construiremos todos y todas: gobierno federal, los estados, los municipios, el legislativo, junto con organizaciones obreras y empresas en su calidad de empleadores.
Porque hay que decirlo, los esfuerzos aislados no han sido suficientes. Hoy tenemos cifras que alarman: 8.6 millones de diabéticos, 15.2 millones de hipertensos y 75% de la población con sobrepeso y obesidad. En 2019 el IMSS registró 165 mil accidentes en el trabajo, mil 300 enfermedades en el centro laboral y mil 834 fallecimientos laborales. Se estima un costo directo por ausentismo y presentismo del 3.7 % del PIB y de 21 mmdp del subsidio anual de lesiones en el lugar de trabajo.
ELSSA parte de un postulado fundacional: el trabajo digno tiene un efecto positivo sobre la salud de las personas y la productividad de las empresas, y el entorno laboral es el espacio ideal para promoverlo. Por eso al explicar el programa destacamos cuatro de sus principales objetivos:
UNO. Mejorar la salud y el bienestar de las y los trabajadoras: buscamos evitar accidentes de trabajo, adoptar estilos de vida más saludables y contar con diagnósticos tempranos de enfermedades no transmisibles.
DOS. Prevenir el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas, accidentes en los entornos laborales y factores de riesgo psicosocial.
TRES. Mejorar la productividad, considerando que el mayor activo de las empresas son sus trabajadores: La falta de seguridad y salud en el trabajo es la fuente principal de insatisfacción y puede incidir negativamente en retención de talento, antigüedad y productividad.
CUATRO. Disminuir la tasa de demanda por incapacidades, consultas, hospitalizaciones, así como defunciones relacionadas a enfermedades y accidentes prevenibles: se tendrá una reducción en el número de incapacidades y se aliviará la presión de la alta demanda de consultas y hospitalizaciones por padecimientos que pudieron evitarse de haber actuado a tiempo.
Firmamos, además, el Acuerdo Nacional por la Salud, la Seguridad y el Bienestar de las personas trabajadoras, porque en estos altos propósitos todos, absolutamente todos, debemos trabajar juntos. De Monterrey a Tuxtla Gutiérrez. De Tijuana a Tapachula.
Con ELSSA no sólo prevenimos accidentes, enfermedades y abonamos a la economía del país: principalmente cuidamos y salvamos vidas.
Mientras escribo: Cada semana, a partir de este martes 3 de mayo, participaré en el Pulso de la Salud, la sección de salud de la conferencia mañanera del presidente López Obrador, ahora en su nueva etapa: la transformación del sistema de salud de nuestro país.
*Colaboración del Director General del IMSS, Zoé Robledo, para Milenio.
