Acabamos de ver el lamentable espectáculo de apoyo hacia el diputado Cuauhtémoc Blanco y, ahora, un exgobernador sale a decir que la media hermana del acusado “no está muy violable”.
¿Esos son nuestros políticos? ¿Estos son los hombres que representan y cuidan los intereses de la nación? ¿Esos son sus valores? Preocupa lo que dijo Manuel Cavazos Lerma, distinguido militante del PRI, porque no sólo, en efecto, lo piensa, de ahí que lo haya verbalizado, sino que, si en su concepto la persona a la que se refiere cumpliera con sus estándares, entonces estaría justificada la violación. Esto pasó en una conferencia de prensa hablando sobre la importancia del debido proceso y el caso del diputado morenista al cual protegieron diputados y diputadas del PRI, del Verde y, por supuesto, de Morena. Esto hay que recordarlo porque si para algo sirve el voto es para castigar.
El presidente nacional de su partido, Alejandro Moreno, lo destituyó como secretario de Organización Política. Es lo menos que puede hacer. Debería existir una sanción mayor para quien gobernara Tamaulipas entre 1993 y 1999. Los órganos disciplinarios del partido podrían realizar una investigación de oficio porque este tipo de conductas son reprobables y considerar que solo se le fue la lengua es desestimar la realidad que viven las mujeres mexicanas.
Realidad que es dramática, por eso a todas las personas debe causar indignación lo que pasó en la Cámara de Diputados y las declaraciones de Cavazos Lerma. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, levantada por el INEGI de octubre de 2020 a octubre de 2021, 7 de cada 10 mujeres de 15 años y más sufrieron un incidente de violencia (psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación). Y casi cinco (4.9) fueron agredidas sexualmente. En donde más se registran este tipo de actos es en las zonas urbanas (adiós a la pretendida urbanidad). Durante la infancia, alrededor de 12.4 millones de mujeres de 15 años y más experimentaron violencia sexual.
Unos datos más: siguiendo el Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2023, por los delitos que atentan contra la vida y la integridad corporal (homicidio, feminicidio y lesiones) de las niñas y adolescentes mujeres de 0 a 17 años, se iniciaron investigaciones por 644 homicidios, 139 feminicidios y 7,342 lesiones. Con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública 639 mujeres en promedio viven violencia en sus hogares y 60 son violadas cada día.
Las agresiones contra las mujeres ocurren porque se pueden hacer, porque reina la impunidad. Solamente cuando un caso sale en los periódicos o se viraliza la autoridad actúa y castiga. Pero esto va más allá de la lentitud institucional. Es estructural, sistémico y recae en la forma de entender el mundo, de forma particular en la visión que tienen los hombres de las relaciones sociales.
¿Cuántos hombres justifican las agresiones de las que son víctimas las mujeres? “No debió vestirse así”, “no debió salir de noche”, “si ya sabe que es una calle silenciosa, pudo irse por otro lado”, “ella lo provocó”, “no sabe comportarse como una mujer decente”, “así le gusta que la traten”, entre otras frases que en los círculos más cerrados de hombres se dicen.
Pero nadie es agresor porque: tiene abuela, madre, hija, sobrina, amiga… ¿Y eso qué?