El elefante marino, proveniente del cono sur de América, ha encontrado un lugar pacífico para descansar en la playa del Sitio Ramsar Boca del Cielo, sin embargo, se ha topado con un entorno sucio, lo cual evidencia la necesidad de la conservación conjunta de las playas chiapanecas
Aquínoticias Staff
El elefante marino (Mirounga leonina) ha encontrado en la playa del Sitio Ramsar Boca del Cielo, un espacio pacífico para descansar de su recorrido de más de 7 mil kilómetros desde el cono sur de América, y completar su proceso de cambio de pelaje, asimismo se ha topado con el descuido de las playas, las cuales se convierten en vertederos cuando el viento o las olas del mar depositan residuos sólidos en las arenas, no obstante, también es consecuencia de visitantes irresponsables.
Cabe destacar que esta situación prevalece pese a las campañas de limpieza de playas que en coordinación con personal del tortuguero federal, perteneciente a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) realiza constantemente. Ante este panorama se exhorta a las personas a mantener limpios estos espacios, los cuales son compartidos con majestuosas especies como lo son las tortugas marinas y, esta oportunidad, con un elefante marino.
La visita del elefante marino no sólo ha dejado de manifiesto el lado negativo de las personas, sino también su solidaridad, ejemplo de ello son la gente del Centro Ecoturístico Madresal, quienes, durante el monitoreo y cuidado del mamífero marino, mismo que se mantiene hasta el día de hoy, han brindado su hospitalidad a especialistas, al voluntariado y a estudiantes de Ingeniería en Sistemas Costeros de la Universidad Autónoma de Chiapas, Campus Tapachula, y de Biología Marina del Centro de Investigaciones Costeras de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, sede Tonalá, canalizados a través del grupo de apoyo que resguarda la visita del ejemplar.
