Monreal y Adán Augusto, marrulleros y oportunistas
El reciente pleito entre Adán Augusto López y Ricardo Monreal coordinadores de Morena en el Senado de la república y en la cámara de diputados, respectivamente, no hace más que mostrarlos de cuerpo entero tal y como son. Oportunistas y marrulleros.
Convirtieron las sedes del Poder Legislativo en escenarios de un vil pleito de cantina entre personajes pendencieros pero que en este caso no pelean centavos, ni pesos sino cientos de millones de pesos. A decir de muchos éste es el real reflejo de lo que es Morena una caterva de oportunistas que el menor movimiento saca más garras y se muestran tal y como son.
A decir del columnista Jorge Cepeda Paterson ambos personajes que tienen su origen en las filas más rancias del PRI y demuestra que el expresidente Andrés Manuel López Obrador creyó necesario recurrir a ex priistas y oportunistas en su administración. Quizá las circunstancias lo exigían, por la insuficiencia de cuadros en 2018. Resultan menos claras las razones por las cuales los empoderó para el siguiente ciclo. Hoy son tóxicos. Peor aún, podrían ser mortales para el movimiento si terminan por apoderarse de él o simplemente desprestigiarlo sin remedio. Ha llegado el momento de definiciones.
Este pleito, entre ambos obligo a la presidente Claudia Sheinbaum a dar un manotazo en la mesa y sentó a ambos a la mesa ante la Secretaria de Gobernación para los ánimos. Este golpeteo, a decir de muchos demuestra la fragilidad de la unidad dentro del partido y la inevitable formación de tribus, al estilo del PRD,
El pleito entre Adán Augusto López y Ricardo Monreal seguramente será resuelto momentáneamente, pero revela un cáncer terminal.
Lo grave es que se trata no solo de un asunto de parcelas de poder entre los herederos de López Obrador. Continua el texto de Zepeda Paterson: No, en el fondo es también la definición de lo que será el llamado humanismo mexicano: un movimiento transformador de cara a una sociedad más justa o una maquinaria aplanadora para mantener el poder de nuevas camarillas (es decir, un PRI reciclado). Quiero pensar que Claudia puede representar lo primero, y definitivamente creo que Monreal y Adán Augusto son lo segundo. Por desgracia, el sexenio se nos puede ir completo en esa ambigüedad.
¿De veras los necesita? Sí, operan gestiones en lo inmediato, pero a la larga el costo es inadmisible. ¿Son imprescindibles para aprobar las reformas, el presupuesto, la revocación del mandato? Lo dudo.
Alejandro Páez escribió este lunes: “Cualquiera tiene derecho a preguntarse cuál es el fin, entonces: ¿incorporar a lo más podrido de la política para conservar el poder? Si es así, entonces que alguien explique qué diferencia hay entre esto y lo que hacían el PRI o PAN. Me parece que Claudia Sheinbaum lleva ya bastante tiempo sacando la cara por gente de alto riesgo y en algún punto tendrá que parar. Le sugiero respetuosamente que sea ahora.