Palabras Claras / Silvano Bautista Ibarias

La CEDH y su silencio el cómplice…

La Comisión Estatal de Derechos Humanos que preside el priísta Juan Oscar Trinidad Palacios ha sido omisa de forma reiterada ante la oleada de agresiones y violaciones a los derechos humanos no solamente hacia el magisterio, sino a la sociedad en general.
A punto de cumplir un mes el paro de labores por parte del magisterio chiapaneco este 15 de junio, el silenció de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), que preside el priísta Juan Oscar Trinidad Palacios deja mucho que desear ante la serie de violaciones a la garantías individuales que se han dado no solamente en contra de los maestros por parte de la actuación de la Policía Federal, sino a la población en general.
A excepción de la condena tímida que hizo a la agresión a maestras de la tercera edad que fueron rapadas en Comitán, no se ha visto un pronunciamiento severo, fuerte, contundente y efectivo que lo ubique como lo que debiera ser, un auténtico defensor de los derechos humanos y no una pieza más del engranaje gubernamental porque su silencio cómplice lo ubica como tal.
Está claro que con la Reforma Educativa hubo mal cálculo del gobierno. Las reformas se hacen con los actores, no contra los actores, hicieron un cálculo de la minoría, es decir, calcularon una minoría de maestros en resistencia, pero esta minoría esta activa en la CNTE, entonces al haber resistencia el gobierno federal pretender imponerla por la fuerza, con el garrote, pasando por encima de los maestros violando sus derechos humanos.
Eso ha quedado de muestra en los diferentes operativos aplicados por la Policía Federal en contra de la docentes, sin embargo, no solo estos han sido afectados, hay evidencia que demuestra como los efectivos policiacos a la hora de la refriega han barrido con todo, parejo, lanzando gas lacrimógenos de forma inmisericorde el cual lo mismo afecta a los maestros, que a la población general.
Lo ocurrido en Plan de Ayala, en la capital chiapaneca donde el gas afecto a niños y personas de la tercera edad es muestra de ello y no ha habido un pronunciamiento de Juan Oscar Trinidad Palacios en su condición de presidente de la CEDH.
Se han dado actos violatorios de derechos humanos de las corporaciones policiacas federal y estatal en contra de los maestros, medios de comunicación y ciudadanía en general, lo que ha provocado la inconformidad social que ha logrado el movimiento magisterial simpatía que suma con ello un movimiento ciudadano con padres de familia, estudiantes, amas de casa, campesinos, la burocracia, ong´s, la iglesia, por mencionar algunos.
Se aprecia pues un signo de «autoritarismo gubernamental», en agravio de la protesta social y pacifica actual, contrario a un Estado Social y Democrático como lo es el Estado Mexicano, ya que existe cierre de espacios de diálogo con los inconformes, represión policial, descalificación de quienes se manifiestan y protestan, politización de la vida civil, inaccesibilidad a los medios de comunicación de los inconformes y sobre todo ataques directos a la asociación profesional, en suma, criminalización de la protesta social y pacífica.

Pese a todo ello, solo ha habido el silencio cómplice de al CEDH y su presidente el priísta Juan Oscar Trinidad Palacios.

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