Palabras Claras / Silvano Bautista Ibarias

CNTE- Prensa. Redefinir la relación

Habría que redefinir la relación de la CNTE con la prensa al menos en el caso de Chiapas

Quiero empezar señalando que desde mi perspectiva el movimiento magisterial es una lucha justa, noble, que se reconoce al magisterio como el último bastión, como la última línea de defensa para hacer frente a las llamadas reformas estructurales que impulsa el actual Gobierno Federal. Sin embargo se debe de señalar que la CNTE ha agotado sus métodos y mecanismos de lucha.
Las marchas manifestaciones bloqueos carreteros toma de edificios públicos y demás acciones que afectan a la ciudadanía lejos de ganarles simpatías las restas y generan una animadversión de la población hacia ellos.
Por ello pues urge redefinir la relación de la CNTE con la prensa y ver si tal vez de esta forma en futuras movilizaciones que seguramente las voveran a realizar, los representantes de los medios de comunicación pueden tener una pizca de respeto a su dignidad tanto como personas como profesionales

La relación….

El más reciente conflicto magisterial de la CNTE en Chiapas que estuvo vigente durante 124 días reafirmó una vez más la cerrazón e intolerancia con que se conducen las huestes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, no sólo para con la sociedad, sino este caso con los medios de comunicación los cuales para la CNTE todos son vendidos, oficialistas gobiernistas, priístas y demás adjetivos.
La CNTE no ha sabido distinguir entre el reportero que cubre la nota, que cubre la marcha, que suda y que va al lado de ellos, de los editores y de los propietarios de los medios de comunicación que son quienes finalmente dictan las líneas que se imprimen en los rotativos.
Para la CNTE decirle sus verdades es ser vendido, ser traidor a la patria, ser oficialista, es no tener conciencia de lucha. Si bien los líderes en diversas ocasiones han admitido y reconocido el trabajo, para la base ello no es suficiente.
Durante este conflicto se dieron casos cuando la misma diligencia de la sección 7 nombraba una comisión de maestros para resguardar el trabajo de los representantes de los medios de comunicación durante las manifestaciones.

Pero ello no fue suficiente…

El simple hecho de escribir en las líneas la versión oficial hacía y hace los reporteros vendidos «chayoteros» y oficialistas. Para la CNTE no hay más prensa que La Jornada.
Su corta visión de los medios de comunicación no les deja a ver o no les permite aceptar que en Chiapas también hay medios que dieron cabida a sus expresiones aun cuando en muchos casos estas fueron logradas a través de la fuerza y por medio de la violencia como fueron las tomas de las estaciones de radio, de televisión y algunos medios impresos.
Incluso los más cercanos, los más allegados al movimiento magisterial también fueron criticados, cuestionados, juzgados y lapidados por la CNTE. Ellos no son capaces de entender que el periodismo tiene que ser objetivo y es objetividad se entiende como el hecho de dar a conocer las dos partes las dos versiones.
Por ello pues es necesario que las bases de la CNTE entiendan que el reportero de calle, el reportero de piel que cubre la nota en la marcha bajo el sol, el que suda con ellos no es el enemigo. Tienen que entender que este al igual que lo que ellos, es un empleado, lo más triste del caso es que si entendieran que el reportero que marcha al lado de ellos tiene menos prestaciones que los maestros tal vez, sólo tal vez lo entendería.
Para la CNTE el solo hecho de publicar sus desmanes como los saqueos de tiendas comerciales, las pintas en edificios públicos y privados, la quema de automóviles propiedad de empresas de medios de comunicación y demás actos que realizan es ser traidores, vendidos y lo peor aún no son capaces de admitir con valentía que son ellos mismos quienes realizan estos hechos y se van por la salida más fácil diciendo que fueron infiltrados del gobierno.

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