«Papas y carne frita para mi, calabaza para el plato»

Foto: Lucero Natarén

La selectividad a la hora de comer no sólo se ha convertido en un dolor de cabeza para los padres de familia, sino también un detonante para que haya más obesidad desde tempranas edades

Lucero Natarén / Aquínoticias

«Tener hijos pequeños y melindrosos es una batalla con la que diariamente enfrentan las familias», expresó un padre de dos menores.

Y es que, implementar una alimentación sana desde el hogar cuentan que ha sido una tarea difícil, así como lo es asegurarse que en la escuela los hijos se alimenten de forma adecuada.

La entidad ocupa uno de los primeros cinco lugares a nivel nacional en sobrepeso y obesidad infantil, de acuerdo con la encuesta nacional de salud y nutrición. El sobrepeso y la obesidad en niños menores de cinco años es del 47.1 por ciento a nivel estatal, de 28 por ciento en zona urbana y el 19.1 por ciento en la zona rural.

Foto: Lucero Natarén

Los adolescentes de 12 a 19 años de edad presentaron un porcentaje de sobrepeso y obesidad de 28.9 por ciento. Un incorrecto plan de alimentación es un precursor para estas condiciones de salud.

«Mis hijas sólo comen la zanahoria y el tomate, por más que intento enseñarles que las demás verduras también pueden ayudarles para su crecimiento, no quieren, por ellas cada vez compro menos», expresó una madre de familia.

Al consultar a comerciantes de frutas y verduras en los mercados, expresaron que las verduras que compran más los clientes son tomate, cebolla y zanahoria, por lo que otras verduras como el chayote, camote, calabaza, entre otros, no son incluidos en sus comidas.

Pese a que las frutas y verduras deberían ser de ingesta diaria, los comerciantes alertan que sus ventas en esos productos han bajado, lo que lleva a pensar que la ciudadanía ha dejado de tener una dieta balanceada, optando por una más calórica.

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