¿Pa`que los diputados federales? / Álvaro Robles

En publicaciones alusivas al día de la mujer, escuchamos tanta miel, ñoñerías, y sandeces de diputados, secretarios de estados, alcaldes, que me remiten la vacuidad y superficialidad de nuestros gobernantes.
En particular dejé mensaje irónico -reconozco- al diputado Emilio Salazar, empresario de la educación patito en Chiapas, que ha hecho fortuna con los miles de estudiantes que no alcanzan acceder a una escuela pública (desde ahí está el signo, de contar con los estudiantes de rendimiento insuficiente) y que, a cuenta de sabrá Dios que insuficiencia, necesita «Milo» reafirmarse en el poder público; Esquilmando para ello los recursos públicos. Mejor debiera hacer de sus escuelas centro de formación de buenos ciudadanos, en lugar de solo hurgar en sus bolsillos a cambio de papeles que solo certifican a jóvenes medianamente instruidos.
El diputado, que no es un majadero, expresó duda sobre mi sorna y le receté que era muy gazmoño su mensaje de reconocimiento a las mujeres cuando en Chiapas el tema de la mujer tiene muchas aristas de rezago, de desprecio y en el mejor de los casos de soslayo. Cuatro cosas específicas le reclamé: la secretaría para las mujeres tiene 6 meses sin titular; los feminicidios que en Chiapas alcanzan una cifra que ronda en los 100 asesinatos por año; que su compañera de banca Sasil de León que en su momento en SEDEM frenó con el pago millonario a despachos de México, la pretensión de declaratoria de Alerta de Género para el estado; y que en lugar de flores para las mujeres por qué mejor no ayudaba a los cientos de maestras de «técnicas» que desde hace 4 años, el gobierno les debe sus salarios.
Solo cité eso por ser muy amplia la lista de temas al respecto y porqué con ella bastaba para asentarle mi cuestionamiento a su sensiblera felicitación a las mujeres. Horas después me contestó el legislador:
«No, ese tipo de decisiones no están en mis manos. Y creo que tampoco puedo ser juzgado por acciones que yo no he cometido» En efecto él no es el titular del ejecutivo chiapaneco, pero es nuestro representante en el Congreso de la Unión. Tiene algo que se reconoce como mandato popular que entraña la obligación de ser nuestra voz y coadyuvar con la gente a la que se debe. No se requiere ser genio para entender que el privilegio de ser diputado, tiene obligaciones que van más allá que el de asistir a sus sesiones y frotar su dedito en una pantallita. Si revisa la Constitución política de nuestra nación seguramente descubrirá las razones por la existe su figura pública y entenderá además, que él no puede ser reconvenido por sus expresiones. Luego entonces, si tal es su reconocimiento a las mujeres por qué no hace algo, en lugar de publicar palabrería hipócrita.
Pero luego dice: «tampoco puedo ser juzgado por acciones que yo no he cometido» es decir, reconoce los agravios, pero dice que no son su culpa y qué por favor, no carguemos con él. Con ello se deslinda de todo y le regresa toda la culpa al gobernador y su equipo. Vaya.. mmm, o sea que es bueno nadar de muertito y dejar que quien lo ayudó a ser legislador, cargue con los pecados. Tronco de amigos para el joven gobernador.
Finalmente ¿ahora que sabe el sentir de un ciudadano al que representa, hará algo?

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *