Personas adultas mayores solicitan apoyo, perdieron su patrimonio tras incendio

El apoyo ciudadano puede ser entregado de manera directa a la dirección calle Río Portugal #1333 a de la colonia Albania Alta en Tuxtla Gutiérrez

Ana Liz Leyte / Aquínoticias

Doña Josefa Arizmendi García y su esposo don Maurilio – ambos adultos mayores- vieron cómo en cuestión de minutos su patrimonio quedó reducido a cenizas. El pasado lunes 01 de marzo, un incendio acabó con todo; desde electrodomésticos, ropa, camas, árboles de aguacate, limón, y hasta con sus animales. El accidente se debió a una falla en el cableado eléctrico.

«Yo vine, miré las llamaradas, entraron aquí las llamaradas y todas las cosas se cayeron, lo único que hice fue salir, pero al salirme, vi estrellitas como que se me bajó la presión y ahí me iba yo a caer, por fortuna, vecinos me vinieron a auxiliar.

«Gracias a Dios no nos pasó nada porque salimos, si hubiéramos estado ahí nos hubiéramos quemado», expresó consternada doña Josefa Arizmendi.

Doña Josefa y don Maurilio viven con seis personas más, entre ellos dos hijos con discapacidad, quienes han pasado días de angustia, tristeza y con la incertidumbre de que otro accidente pudiera presentarse.

«Han sido días de tristeza que no puede dormir en la noche, yo en la noche me levanto, ahí lo ve mi esposo que aquí ando dando vueltas, me pongo a llorar en cada esquina, de tristeza porque, qué vamos a hacer si nos quedamos sin nada, no dan ganas de dormir», explicó la señora Atala Sánchez García, nuera de doña Josefa.

Esta familia que habita en el domicilio marcado con el número 1333 sobre la calle Río Portugal de la colonia Albania Alta en Tuxtla Gutiérrez, hoy se encuentra solicitando apoyo a la ciudadanía, quienes poco a poco se han acercado para ofrecerles diversos artículos, pero también hacen un llamado a las autoridades, para proporcionarles material y nuevamente construir lo que con mucho esfuerzo durante años realizaron.

«Mis papeles importantes y otras cosas más que tenía yo, que me dejó mi papá, acabó, ahora sí qué voy a hacer, mi dinero acabó, no me quedó nada, ni un peso, nada, me salí sin nada, quién iba a saber que se iba a quemar», explicó con lágrimas en los ojos la señora Atala.

 

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