Poligrafo Politico/ Darinel Zacarias

¡El que se mueve no sale en la foto!

«Cuando cantan los grillos de la depresión, cuando las almohadas son de hielo, cuando el enfermo aprende a blasfemar, cuando no salen trenes para el cielo (…) Cuando marca sus cartas el tahúr y vuelve Nosferatu al ataúd, ladran los perros del amanecer…»
Joaquín Sabina

Dice el refrán ¡No por mucho madrugar, amanece más temprano! Y parece que muchos suspirantes a cargos de elección popular andan muy echados para adelante, sin entender las normativas electorales.

En todo Chiapas se ven desatados los demonios y el paludismo electoral, bajo asociaciones patitos o fundaciones de la caridad, pretenden llegar al electorado.

Persuasión o señuelos, actúan como personas humanitarias o solidarias, han iniciado una promoción personalizada, que de seguir así el árbitro electoral deberá diseñar una estrategia para un monitoreo más a ras de suelo y así poder emitir las sanciones enmarcados en el Código Electoral Vigente.

Pese a los desplegados publicitarios del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana de que nadie puede realizar promoción personalizada y además utilizando la emergencia sanitaria como subterfugio.

Sin embargo, a pesar de que el órgano electoral diga que se realiza monitoreo de los medios de comunicación y redes sociales, parece que muchos en Chiapas, incurren en la violación al artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano.

La sentencia repetitiva del presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), Oswaldo Chacón Rojas de que ningún actor político o servidor público realice promoción personalizada a través de lucrar con la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus (Covid 19), parece letra muerta.

El OPLE argumenta que toda sanción y proceso se inicia a partir de una serie de denuncias ciudadanas o de representantes de partidos políticos que se sientan con desventaja, por quienes consideran violentan los reglamentos establecidos en el Código de Elecciones y Participación Ciudadana y Constitución local.

Chacón Rojas dice que el reto de contar con elecciones confiables y equitativas pasa por evitar ventajas indebidas de cualquier participante, y ello requerirá que funcionarios electorales, partidos políticos e instituciones actúen conforme a la ley en lo que les corresponde.

Pero las advertencias no sólo debieron ir encaminada a funcionarios o empleados burocráticos que andaban jugando el papel de Samaritanos.

Hoy en muchos municipios abundan hombres y mujeres en plena campaña electoral, evadiendo y burlando las leyes electorales.

No solamente tratan de simular su lado humanitario frente a la pandemia, hostigan con las mismas prácticas arcaicas y de la vieja usanza para promocionar su imagen.

Pese a la violación a la legalidad, el IEPC tiene facultad de recibir quejas y denuncias y actuar con forme a derecho.
Sin embargo, es de suma importancia rediseñar una estrategia que advierta a toda esa horda de suspirantes que en Chiapas nadie está por encima de la ley.

En muchos pretensos y pretensas hay un desconocimiento de los estatutos y reglamentos vigentes en materia electoral, impera la ley de la ignorancia y la apatía, el desconocimiento total.

Además de una supuesta vigilancia de membrete que no sanciona, no fiscaliza ni monitorea.

Espectaculares por acá, reuniones por allá, entrega de insumos, despensas, aditamentos, patrocinios, sin que se fiscalice un sólo centavo.

Las recomendaciones de Oswaldo Chacón Rojas sobre el tema de actos anticipados de campaña y de promoción personalizada, parece que queda en un simple y llano sermón.

Vemos personajes con desplegados «festivos» promoviéndose a través de siglas, logotipos, colores y demás bocetos de promoción, lo que constituye una muestra fehaciente de violación a las normas electorales.

Una cosa es ayudar y brindar un servicio de caridad, pero otra es sacar raja política e infringir en delitos por una promoción personalizada cínica.

Así que quienes bajo ningún cargo o sigla oficial que acredite promover su nombre y argumente su actuar, deberá iniciar a borrar todo en sus redes sociales.

A descolgar sus gallardetes, lonas, etiquetas y a replantearse una idea más creativa para poder burlar al órgano electoral de Chiapas.

Bajarle un poquito a las conspiraciones acompañadas y disfrazadas de actos para degustar un café.

De andar regalando aditamentos por el Covid-19 o queriendo espantar con el petate del muerto de que traen padrinos de lujo.

La cuatroté parece que no desea permitir los descaros ni los actos triunfalistas. Ese tufo de política de vanagloria y petulancia, no comulga con la liturgia Obradorista.

Así que si le quieren seguir jugando a los estrategas y los innombrables, es sano que le vayan bajando dos rayitas a su fanfarronería.

En política nada está escrito y todo cambia. Sí, lo cambian al antojo y a los intereses, no a los caprichos o a las ideas quiméricas de lacónicos y afligidos peones del ajedrez.

Y como dijo el político español Alfonso Guerra González ¡El que se mueve no sale en la foto!
Ahí queda de tarea.

PD1: Gracias a mis amigos y amables lectores por su preferencia, a quienes han tenido a bien felicitarnos por llegar a los tres años de una Fraternidad Independiente de Columnistas que promueve un periodismo más serio, responsable, objetivo. Diego y su servidor, somos aprendices de este bello oficio y en nuestro diario vivir nos forjamos para ser mejores. ¡Muchas Gracias!

¿Quién dijo que tengo sed?

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