Poligrafo Politico / Darinel Zacarias 

¡Muera el Rey!

«El rey murió en el campo de batalla, la reina se ha pasado al enemigo…» Joaquín Sabina

Flaco favor le harían los sectarios de algunos alcaldes y alcaldesas electas de Chiapas, dejar de andar de críticos en los lavaderos digitales.

En las diversas redes sociales desfilan una serie de expertos en política y administración pública que en el pecado llevan la penitencia.

Desfilan a raudales. Guiados por el odio y resentimiento, sobre todo aquellos que en las elecciones resultaron preñados.

Sindicar y advertir es fácil desde la comodidad de un ordenador. Augurar el destino de las autoridades salientes, es su especialidad.

Ellos, los mismos justicieros que pertenecen a hordas de políticos que en su maratónica vida han saqueado municipios.

No se trata de defender a nadie, pues no se puede defender lo indefendible.

Se trata de buscar la congruencia ciudadana y  de hacer un análisis argumentado, profesional y bien planteado.

Hacer la labor de censor ciudadano por impulso, malquerencia o porque se les dejó de suministrar «pedigree» los deja mal parados y sobre todo huérfanos de toda credibilidad.

Hay gobiernos que ni siquiera han iniciado ni tampoco han presentado a su equipo de colaboradores y ya les dejaron caer la maledicencia.

Razón insisto era la que promovía Umberto Eco en su artículo de «Estupidez a la Locura», que resumida nos enfatizaba que la redes sociales le daban voz a una invasión de idiotas.

Por ello tampoco es sano poner atención a cualquier supuesto «periodista» a promover una opinión no argumentada ni sustentada.

Satanizar, acaparar reflectores y tratar de convertirse en el centro de una noticia es el resultado de querer promover una crítica con tufo antidemócrata.

Sano es que los gobernantes lleguen, presenten su equipo y sus agendas de trabajo y después de un lapso considerable, realizar una crítica oportuna, objetiva y argumentará.

Entonces hay que dejar de dictaminar sin mayores evidencias, de actuar guiados por un estado de estupidez colectiva, que ha encontrado en las redes un medio idóneo para expandirse.

Aquietar sus demonios, sus frustraciones y dejar de querer llamar la atención, es la sana y llana recomendación.

El buen periodismo y el escrutinio también contribuyen a generar un gobierno que atienda y que entienda, para que se aleje de espejitos.

Repito, es bueno promover el buen periodismo, no aquella crítica banquetera y bananera. Esa no, esa lo único que hace es rayar en la ridiculez con seguidores de baja catadura y de mentalidad enana.

Y al inicio de esta opinión dije que era bueno que los gobiernos entrantes explicaran eso a sus simpatizantes, pues reza el refrán que en política «Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana».

Cosa contraria y debatible, apelemos a la historia y quizás podremos entenderlo.

El político promete, se compromete. Notariado y con juramentos hace acuerdos y pactos. Así es el conducir, así percibe y augura la facilidad de cumplir.

Sin embargo la realidad es otra y es allí cuando «La marrana tuerce el rabo» y comienzan las complicaciones, las evasivas y los pretextos.

Por eso, no seamos devotos de políticos de medio pelo, de la simulación o la improvisación. El político tiene aliados e intereses, jamás amigos.

Basta de desgarrase las vestiduras. Quienes hoy lloran la desgracia de haber sido burlados o timados, ayer eran aliados y cuncas.

No es bueno hacer leña del árbol caído. Repito, apelen a la historia.

¡El rey ha muerto, Viva el rey!

PD: el búnker de Torre Digital de Diario de Chiapas fue sede de la emotiva ceremonia de entrega de reconocimientos por trayectoria periodística que cada año otorga el Club Primera Plana a los comunicadores que llevan 25 años o más, por quinquenios, de ejercer esta peligrosa y difícil profesión, se rindió un merecido homenaje al decano del periodismo nacional, Carlos Ravelo y Galindo, por sus 75 años de labor periodística.

A nombre de quienes recibieron reconocimiento dijo unas palabras de agradecimiento el periodista chiapaneco Gerardo Toledo Coutiño y también hicieron uso de la palabra el senador Eduardo Ramírez Aguilar y los periodistas Eroito Reategui, Juan Tomás Frutos, Alfonso Martínez Lazcano y Gilbert Cortez.

¡Muchas felicidades!

¿Quién dijo qué tengo sed?

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