Qué más pue… / Carlos Coutiño 

Obras

Las expresiones actuales en referencia al viaducto a la altura de los parques del Norte Poniente de la ciudad, en realidad es un juego perverso que solo demuestra que hay gente buena siendo utilizada y por el otro lado, que no hay conocimiento de que es lo que se quiere en verdad.

         Hace algunos años atrás, se decía por ciudadanos que les paga el IMSS, ISSSTE y en ocasiones algunas becas, como es posible ir a otras ciudades “modernas”, que tristeza da ver a Tuxtla como vil pueblo, entre otras cosas que suelen decirse por quienes van a la Ciudad de México o son personas que vacacionan dentro o fuera del país.

         Ahora que van a hacer obras, no pensando solamente en modernidad, sino en agilizar el tráfico y mejorar la vialidad, salen que están mal, que no es conveniente, que hay que cuidar los árboles, porque estos dan vida y una letanía que es 20 veces más larga que la de un rosario católico.

         Luego entonces, es un pueblo que si se hace las cosas está mal y si no se hace se está peor; que clase de ciudadanos tiene entonces Tuxtla Gutiérrez, como trabajo en el edificio Valanci, ahí los amigos del Ayuntamiento platicamos y me dicen que hay 60 personas al mes en promedio, pidiendo que quiten los árboles porque la barda se va a caer, que estorba sus entradas o que levanta el pavimento.

         Pero hay más, que pasa con esos que ahora pregonan que no haya obra porque se va a tirar 400 árboles, ¿será que en una muestra de ser congruentes, donarán sus hogares para sembrar árboles? porque hay que decir que donde hoy hay miles de viviendas, antes hubo eso, árboles, y ahí nadie pegó el grito en el cielo, tampoco se hace nada para que el río Sabinal sea como hace 45 años, o que decir de la cantidad de basura que se tira diariamente no a los contenedores, sino a la calle y parques.

         Sabrán estas personas que los árboles que se derribarán son de los que todo el mundo necesita, es decir de especies que dan oxígeno y agua, porque algunos hasta son un peligro, según lo que dicen los biólogos, quienes estudian botánica, quienes son licenciados en ecología, o será que porque solo se piensa que 400 árboles dejará de haber calor y que es el pulmón mayor de América.

         Es un gran pleito por Caña Hueca y Joyu Mayu, pero será que saben que donde corren, hicieron canchas, estacionamiento, donde hay negocitos, espacios pavimentados dentro de ambos parques, también hubo árboles y fueron cortados, pero como iban a correr, a comer, a descansar, a jugar, incluso a robar y a enamorarse, pues no importó que eso ocurriera.

         Ya basta de tantas quejas y personas neófitas en el tema, tarde o temprano se quitarán, como ocurrirá en los cerros del oriente y poniente, del norte y sur de Tuxtla, donde ahí si es negocio de particulares construyendo viviendas al por mayor, destruyendo incluso ojos de agua, pero ahí esos que hoy critican, aplaudirán y hasta participarán.

 SEMANA MAYOR

La Semana Santa, es la más importante en el año, del calendario litúrgico, ni siquiera es diciembre por el nacimiento del mismo Cristo; San Pablo en sus libros y que fueron tomados para la Biblia, explica que en vano sería creer en Jesús, si este no hubiera resucitado, no tiene sentido creer en un muerto subraya.

         Pues bien, la misa como la fecha; que tiene la mayor importancia es el domingo de resurrección, luego está por su puesto, el 25 de diciembre que es la Navidad; posteriormente aparecerán otras fechas, como el día de San Juan Bautista, la natividad de María y su Asunción, entre otras.

         Ya las que corresponden al santoral, son otra cosa, pues toma un sentido de religiosidad, de ahí se derivan las festividades patronales y costumbres de los pueblos que algunas se convierten en grandes y otras no tanto.

         Cristo, desde la perspectiva múltiple, se dice que se pelean por quien ama más, si salva o no al pertenecer a una doctrina religiosa o religión, pero lo cierto es que se coincide en que existe un ser tan poderoso como él.

         Curiosamente ante el inicio de la Semana Mayor, viene a dar un giro a las cosas de manera extraordinaria, curiosamente cuando más cerca se ve un “apagón” del catolicismo, resurge increíblemente, pues solo en México como país, encontramos una participación en actividades de religiosidad alta, pero más de espiritualidad.

         Lo que representa que no importa que se manejen porcentajes de la “caída” del catolicismo, pues hay que aceptar que no todos tienen porque serlo, además no es lo mismo ser católico a la manera que uno desea, ser tradicionalista, sentimentalista a ser realmente católico.

         Sin embargo y pese a todos los augurios, esta Iglesia continúa y además, tiene a muchos jóvenes y mujeres que están adentrándose a las tareas de ser sacerdotes, monjes, religiosas o monjas, sumado a otros que están desde sus trincheras haciendo lo propio dentro de una sola Iglesia Católica.

         Sale a colación, porque hemos visto como algunos que son contrarios en ideologías religiosas, han tenido a bien el acercamiento con el Papa, pero sobre todo en una actitud no de cambiar, sino de respetar y aceptar que aunque no crean en Jesús y su Iglesia, no significa que no exista o que no haya razón en sus palabras.

         Ahora falta ver, como la gente, los seguidores, feligreses, que salen a las calles a agredir al catolicismo, vean como sus pastores, líderes, están en reunión con el Papa, como se abrazan y se sonríen, platican y asisten a sus reuniones clericales.

         Incluso algunos ateos suelen ya tener una buena relación entre creyentes, entonces porque no hacer lo mismo y así quizás evitaríamos una serie de confrontaciones, enconos, odios, divisiones, que detiene todo tipo de cosas en este mundo.

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