Nos vamos a marzo
El gobierno de México como de Chiapas, han sido bastantes cautos en el tema de salud; más allá de que habían presentado cada mes una propuesta de regreso, este último se indicó que será hasta enero, no porque estamos a fines de mes, sino porque se busca en todo momento evitar rebrotes.
En efecto, en un trabajo de filigrana por la Secretaría de Salud federal y estatal, encontraron que varias entidades, incluyendo Chiapas, no podrían arriesgarse a que muchas personas puedan enfermar y lo peor, que es perder la vida; a pesar de que hay quienes pareciera que eso buscan.
Neófitos va y vienen, junto a sus hijos en los espacios públicos, nadie entiende que este es un problema serio de vida, más que de salud misma; por eso, al no haber cuidado, ahora mismo en noviembre se visualiza un incremento de casos de COVID-19 e influenza, de ahí la necesidad de haberse vacunado.
Es de mencionar que López Gatell Ramírez, como Cruz Castellanos, hicieron un mapeo y ponderaron la integridad de los ciudadanos, por lo que el regreso a la vida normal, será en marzo del 2021, permitiendo que la Semana Santa que será a inicios del mes de abril, se realice ya sin problema alguno.
El retorno, no es que si es en enero u otro mes, este restablecimiento de actividades, es enfocado a proteger a todos los chiapanecos, bastante hace la autoridad, como para que la idiosincrasia del pueblo mal educado y con una cultura bastante torpe, estropee esta acción de sanidad.
Urge entonces, hacer ver a la población, que el ciclo escolar, será hasta el nuevo, en este, simplemente no existirá, no habrá regreso, pero tampoco feria Chiapas, ni la de Chiapa de Corzo; no habrá nada que ponga en riesgo a la ciudadanía, o nos cuidamos, o no volverá a ver quien salga, porque estarán muertos.
Chiapas no pasará a semáforo verde, por lo menos en este año, no porque no se tenga las condiciones, sino porque es clara la intensión del Secretario y el gobernador Rutilio Escandón, que nada es más importante que la propia vida, la de hombres y mujeres en las circunstancias que estos se encuentren.
La era de la tecnología había dado inicio en Chiapas desde hace 10 años, pero poco valor se le dio, ahora tiene un despegue, producto de la pandemia, solo hay que decir que, o se cumple con las acciones que se implementan o simplemente, el número de muertos irá hacia arriba.
Aunque se reflejen pocos los casos de la COVID-19 en los datos oficiales, no significa retroceder, ahora se entiende porque el Escandón Cadenas, todos los días, lanza mensajes sobre no aflojar, no salir, el cuidarse, evitar el virus; por lo mismo, quiero pensar que ya no sabe ni cómo hacer, para que el pueblo entienda, pero el pueblo, le falta cultura y educación sobre la salud y en todo.
La pandemia, en verdad vino afectar todo, de hecho, las campañas electorales no se podrán realizar de la misma forma, así que de una vez, los medios de comunicación, deben tener una excelente acción, para poder «enamorar» desde ahí, los candidatos, de no saber hacer su trabajo, harán que pierdan esos aspirantes.
Aunque es aventurado decirlo, bien podría alargarse el periodo de elecciones locales, al menos para la renovación del Congreso del Estado como de los 123 Ayuntamientos, es decir, entregar 6 meses más tarde, pero en la idea de que los nuevos, solo cumplan 2 años y medio en el encargo.
Chiapa de Corzo
La pandemia, ha servido para reflexionar sobre todo lo bello que tenemos, sin embargo, seguimos sin entender; hoy queda descartada una de las fiestas más importantes del país, no por su contenido en el parque de Chiapa, sino por su capital cultural, aunque haya quienes deseen distorsionar y acabar.
La fiesta que inicia en realidad el 14 de diciembre con la salida de los floreros en busca de la flor de Niluyarilo y Nulirosa, no será posible en este año, no habrá forma de que el pueblo pueda ir por ella a los altos de Chiapas para el niño Dios, como consecuencia no habrá las «nacidas de niño Dios» en la Iglesia y hogares.
Su regreso el 21 de diciembre, daba pauta a un solo día de descanso y dar comienzo a la Noche Buena el 24 y Navidad el 25; esperar dos días más para dar la bienvenida al año nuevo, ahí el primer grupo que se quedará triste y preocupado por no asistir a su acostumbrado recorrido por las montañas.
Es enero, el primer día aunque no tradicional, pero si estaba optando por hacerlo una costumbre, era el anuncio de la Chuntá, ellos son los primeros en decir no salir, porque el riesgo es demasiado elevado, no habrá salida el 8 ni ningún otro día, habrá que ver las calles como lucirán tristes, sin una espera, sin un sentido, la espera no existe ahora, sino solo desánimo.
El 4 es el primer día de los Parachicos, y de ahí el 15, 17, 18, 20, 22 y 23, aunque no está definido, es claro que no podrá ser lo mismo, es decir salir a las 9 de la mañana y terminar en el mismo punto a las 11 de la noche; no más esa alegría que provoca el sonar del tambor y el carrizo.
Si algo se llegara a escuchar, será el llanto del Parachico acompañado del sonar de sus chinchines desde sus propios hogares, pero no en las calles, no más jubilo, no más deseo de vitorear a los Santos y acompañar en el recorrido al patrón.
Si eso no habrá, menos la salida de los carros alegóricos y el combate naval, por su puesto, que queda en el olvido total la feria comercial en el centro, el parque no tendrá nada, quizá ni luces o serán tan opacas como siempre.
La valoración del Parachico, aún está, solo será la celebración por demás sencilla de las imágenes del Cristo de Esquipulas, San Antonio Abad (3), San Sebastián y posiblemente el niño de Atocha; su traslado después de la misa y será todo; aunque en ambos temas, todo puede cambiar si la población decide actuar.