Que mas pue… / Carlos Coutiño

El Tuxtla sumiso

Una de las características que presenta Chiapas, es su pobreza en todos los sentidos, en particular la económica; pero la más grande e importante es la intelectual, se carece de idea para salir adelante, tener opciones mejores de vida y con ello consolidar la calidad que tanto se desea.
Lo que dice la historia en cuanto a que los españoles nos engañaron con espejitos para llevarse todo el oro posible, se repite en esta historia de hoy en Tuxtla Gutiérrez y otros municipios entre ellos Tapachula y San Cristóbal de las Casas, sin mencionar el resto que de igual forma puede estar sucediendo.
Ejemplificando a la capital, a raíz de la migración de centroamericanos y caribeños, al inicio fue criticado porque los primeros en pasar, se posesionaron de los cruceros, parques y calles para pedir un apoyo económico y así poder comprar alimentos y seguir seguramente su camino.
Más tarde, nuevas caravanas y grupos de personas extranjeras, fueron llegando a Tuxtla, el lugar donde no hay dicen los ciudadanos, trabajo y una forma decente de hacerlo, hay falta de oportunidades y las que hay son mal pagadas según.
En efecto la ciudad tiene su cinturón de miseria, los comercios explotan laboralmente a las empleadas de 8 a 8 con pagos por comisión, solo por citar estos ejemplos que, es el pan de cada día de la queja ciudadana.
Se quejan de los migrantes porque llegan a enfermar y posiblemente robar, así son los primeros días de la idiosincrasia chiapaneca, luego estos migrantes empiezan a trabajar en esos espacios que no ven los tuxtlecos, y ahí ya no son vistos tal mal, pero cuando estos al paso de los meses, crean sus propios negocios, entonces ya son considerados como grandes personas, porque emplean a los capitalinos.
Hay que resaltar, que Chiapas es pobre porque simplemente quiere y gusta vivir así, como es posible que chinos, gringos, chapines, caribeños, centroamericanos en general, que escapan de sus países porque hay crisis, puedan levantarse sin nada, mientras que un chiapaneco solo se la pase quejándose.
Como es posible que hoy los comercios en San Cristóbal de las Casas en los dos corredores turísticos sean en su mayoría de argentinos, cubanos, estadounidenses y en el mejor de los casos de otros estados de la República.
En Tuxtla los chinos, venezolanos, hondureños, haitianos, ya son quienes dominan parte de un sector del comercio, donde se vuelcan a comprar los capitalinos, pero eso sí, los spots suenan constantemente que no a Soriana, Chedrahui, Walmart, que consumamos lo nuestro y con los nuestros.
Que pasa entonces con Chiapas, un pueblo que estira la mano para que el adagio se cumpla, ese que reza «que el gobierno te mantenga hermano», no es posible que no haya sentido de superación, que la corrupción más que del gobierno sea del pueblo mismo, donde todo sea pagar y amenazar para lograr cosas.
Mientras no haya idea, estos municipios serán esclavos de su pesimismo y torpeza, o cambian o simplemente Chiapas será todo menos de los chiapanecos, donde se pelea por no trabajar, pero no por una calidad laboral, donde se critica al gobierno porque no cumple, pero los que no pagan impuestos son la mayoría, donde un municipio emplea para barrer a15 personas para el parque, mientras la gente llega a ensuciarlo a más no poder.
Donde la gente se roba el cableado de la luz pública, la toma clandestina de agua, invasiones de zonas protegidas, en fin, un pueblo así, no merece ser llamado Chiapas, porque ese nombre les queda muy grande.

Flor

Como cada 14 de diciembre, 600 o más personas de Chiapa de Corzo iban por la flor de Niluyarilo y Nulirosa, para el nacimiento del niño Dios, este año no hay tal, aunque no ha iniciado los días de recorrido por los cerros hacia los Altos de Chiapas, la tristeza los embarga y se siente en el ambiente.
Esta actividad nace en la época prehispánica, hay una leyenda que pesa, se dice que los dioses la Luna y el Sol, se enamoraron y procrearon u hijo, el cual nació del agua, ese hijo es la propia flor.
Esta leyenda como muchas de Chiapa, han permeado y aunque todo puede ser un mito en realidad, se arraigó y fue bien retomada por los frailes que todo lo que encontraron hicieron que no desapareciera, sino que penetrara más en los indígenas, pero ahora con un toque cristiano.
Hoy no es el sol ni la luna, es un solo Dios, ese niño es Jesús y fue bautizado por ellos los chiapacorceños, como el niño florero que es el único que tiene festividad todo el año, ni siquiera San Sebastián, Esquipulas o San Antonio, que decir de la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo.
La realidad es que hoy en este pueblo, la fiesta será distinta, saben que no se cumplirá como siempre, pero si se realizará de manera distinta, porque la tradición que significa entregar, es en efecto enseñar a los demás que es lo que se tienen que aprender para dar la continuidad.
Los floreros no sentirán el frío de la altura en las montañas, pero sí de esa separación de lo que tanto aman, y ese mismo aspecto, se verá reflejado en las siguientes tradiciones que aparecen en el mes de enero, de tal suerte que lo que viene es mucho más doloroso que el saber que el virus está presente en esa ciudad.
Nada había detenido sus costumbres, ni los sismos, ni el EZLN, ni la inundación ni siquiera la epidemia que se dio hace dos siglos, ellos fueron fieles a sus fiestas paganas, pero ahora las condiciones son otras, que rompen sí, pero no destruyen, sino que fortalecen cada vez más ese espíritu y que ahora busca el poder recuperar en el 2022.
Los únicos hábitos que permanecen son los floreros en diciembre, Parachicos en enero y en tercer lugar lo Alférez y Nahuarés, la Chuntá se apagó y regresó en los 70s del siglo pasado, lo mismo que otros que han perdido su fuerza por el desconocimiento de la importancia cultural que tiene.

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Un comentario

  1. De todo el texto, lo peor quizá sea «Chiapas es pobre porque simplemente quiere y gusta vivir así». La ignorancia y recurrencia a los lugares comunes en este ‘artículo de opinión’ (además de la pésima redacción) son parte del problema que el autor intenta pero falla en analizar. ¿Sabe algo el autor sobre el tema de desigualdad? ¿Sabe algo el autor sobre el tema de la pobreza? O es que son solo sus prejuicios los que hablan en su texto.

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